La semana caliente del dólar demostró que, a pesar de que existe un apoyo internacional para el presidente Mauricio Macri, el mismo está en palabras y no en hechos: los capitales financieros se mueven de acuerdo al contexto y no se apegan a ningún mandatario. El miércoles pasado, mientras el dólar perforaba la línea de los $23, el Congreso debatía un proyecto de la oposición para frenar el aumento de tarifas y exponía la dificultad de intentar reducir el déficit fiscal en la Argentina.

En su columna dominical, el periodista Joaquín Morales Solá apuntó a Sergio Massa como el principal desestabilizador -o intento de- del Gobierno. "A Massa lo desquicia la ansiedad política. Siempre fue así: no repara demasiado en las consecuencias políticas y sociales de un Macri muy débil”, escribió Morales Solá. En tanto, el columnista aseguró que cualquier intento para desestabilizar al Gobierno, venga del massismo o del PJ dialoguista, termina por empoderar a Cristina Kirchner.

"Sin embargo, lo que tampoco Massa nunca advirtió es que la mezcla con el cristinismo termina por colorear a la oposición de cristinismo puro. Peronistas massistas o peronistas racionales son tinturas políticas más tenues que el trazo fuerte del cristinismo”, explicó.

"Peronistas massistas o peronistas racionales son tinturas políticas más tenues que el trazo fuerte del cristinismo”

En tanto, el periodista criticó duramente la "demagogia” de la batalla en el Congreso mientras el dólar obligaba al Banco Central a liquidar cinco mil millones de dólares en reservas y a llevar la tasa de interés al 40%, cifra que complica el crédito y desalienta la movilidad del dinero. Para Morales Solá, la crisis del dólar no se explica tanto por factores externos, sino por el debacle del debate interno. "Hay una parte de la crisis que se explica por dos razones internas. Una es la increíble superficialidad de la política argentina para tratar las cuestiones serias. La otra es el gradualismo demasiado gradual aplicado por el gobierno argentino a su política económica”, remarcó.

En ese sentido, definió como acertada la decisión del Presidente de darle un espaldarazo a Federico Sturzenegger y aceptar el recorte -fundamentalmente en la obra pública- que le propuso el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, para reducir 0,5% el déficit fiscal. "Dicho de otro modo: aceleró el ritmo del gradualismo para reducir el déficit fiscal. Es Macri en estado puro: cambia cuando percibe que camina hacia el precipicio”, subrayó.

"Es Macri en estado puro: cambia cuando percibe que camina hacia el precipicio”

Por último, el columnista apuntó a los gobernadores peronistas. Los caciques provinciales no están de acuerdo con el intento de la oposición de frenar el aumento de tarifas: en primer lugar, porque una reducción del IVA en las boletas impacta directamente en sus fondos; en segundo, los gobernadores no están de acuerdo con que los legisladores definan sobre los servicios públicos, que son de la administración ejecutiva. Sin embargo, para Morales Solá, le harán pagar todo el costo político a Macri y se abrazan a la idea de un eventual veto presidencial. Si el Presidente tiene que vetar la ley salida del Congreso, para los inversores extranjeros volverá a reinar la incertidumbre política: ¿Qué país terminará triunfando? "Acaso el de la desconfianza de los inversores financieros? ¿Tal vez el de la economía que muestra importantes signos de recuperación? ¿O, quizás, el de una política que busca sacar provecho aunque el precio sea una crisis interminable?”, preguntó Morales Solá.