Defiende Durán Barba la grieta, compara al kirchnerismo con el nazismo y ningunea a Lavagna
En momentos en los que la sociedad muestra su mayor grado de escepticismo respecto a la gestión de Mauricio Macri desde que desembarcó a la Casa Rosada y con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, Jaime Durán Barba decidió iniciar una campaña proselitista de polarización total.
Luego de equiparar a Cristina Fernández de Kirchner con Nicolás Maduro y de calificar al peronismo de autoritarista, nazi y comunista, el estratega del PRO salió a defender la grieta, tildó de irrealista la idea de Roberto Lavagna respecto a la formación de un gobierno de unidad nacional y catalogó a la cúpula sindicalista como delincuentes.
La semana pasada, en una entrevista con Jorge Fontevecchia, el ecuatoriano había manifestado que el 30% que vota al kirchnerismo "quiere una sociedad que no contiene los elementos que forman parte de la democracia: libertad de prensa, división de poderes, respeto a los derechos humanos. No quieren eso. La sociedad del apriete, de la amenaza, de combatir la libertad de prensa no es democrática”.
Hoy, apeló al mismo argumento al parangonar la coyuntura actual argentina con el nazismo: "Entre los nazis y sus opositores había una discrepancia de fondo: unos creían en la democracia, otros no".
En la línea polarizadora que pregona desde el 2015, dejó en claro que las chances de que una tercera fuerza irrumpa en la escena electoral y logre quebrar la grieta son nulas.
"Hay quienes creen que la política del pasado fue idílica y que hoy existe una grieta política inédita, que se podría solucionar fácilmente si algún dirigente innovador logra convocar a todos a bailar por un sueño. Ese análisis es poco realista", sentenció, en alusión a la eventual candidatura del exministro de Economía.
Buscando potenciar la rivalidad con el gobierno kirchnerista, insistió en la diferencia de valores que, según sus argumentos, divide a una gestión de la otra. "En algunos grupos se conserva la idea de que se puede conseguir dinero asaltando de cualquier manera, pero ya no para comprar armas y explosivos, sino para comprar coches y enormes extensiones de tierra para su disfrute", sostuvo.
Por último, despotricó a los líderes sindicales, a quienes calificó de delincuentes: "Los dirigentes sindicales que organizan paros tienen una imagen lamentable. Las patotas con que aprietan a la gente durante los paros, no hace sino consolidar una imagen delincuencial".