Cuando faltan siete días para el balotaje que definirá cuál de los dos dirigentes conducirá el país en los próximos cuatro años, Sergio Massa y Javier Milei protagonizaron este domingo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires el último debate presidencial obligatorio, en el que, cada uno con su estilo, buscaron seducir a quienes se inclinaron por los otros tres candidatos que quedaron marginados de la segunda vuelta tras los comicios generales del 22 de octubre.

En un escenario de paridad, según coincide la mayoría de los analistas políticos, ambos postulantes presidenciales se mostraron públicamente a cuentagotas en los últimos días y focalizaron su energía en la preparación de esta trascendental y decisiva contienda discursiva junto a sus equipos de campaña.

Sin embargo, para no perder presencia ante el electorado, tanto el aspirante de Unión por la Patria como el de La Libertad Avanza parecieron elegir una misma estrategia para las horas previas a la compulsa: hacer posteos en sus redes sociales.

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Y mientras sobre el final del viernes Milei compartió en Instagram, y más tarde replicó en X, un listado con 26 fake news en su contra difundidas durante la campaña electoral, el ministro de Economía publicó el sábado un video de 38 segundos que recopila diferentes momentos radiales y televisivos en los que el actual diputado echó mano a insultos y agravios para referirse, entre otros, al Papa Francisco, a la legisladora oficialista Gabriela Estévez y a una periodista salteña.

La respuesta tuitera del libertario no tardó en llegar: “Massa, a esta altura de una campaña tan sucia no me sorprende tu deshonestidad intelectual. Deberías poner también el motivo que me impulsó a insultar de ese modo”, apuntó.

Con la “licencia” de una charla que ofreció el viernes en un Centro de Jubilados de la localidad bonaerense de Esteban Echeverría, Massa dedicó esa jornada y la del sábado a preparar el enfoque que dará a su presentación en la UBA junto al catalán Antoni Gutiérrez Rubí; el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; y el asesor en comunicación del Frente Renovador, Santiago García Vázquez, igual que en los dos anteriores debates.

El exintendente de Tigre, que se impuso en los comicios generales con el 36,7% de los votos, ganó también en los últimos días en la Cámara Nacional Electoral, cuando sus representantes impusieron su idea de que los candidatos presidenciales no pudieran llevar apuntes o “ayudas memoria” a los atriles en los que estarán ubicados en la Facultad de Derecho, como pretendía el libertario.

En Unión por la Patria apostaron a que el Ministro pudiera marcar sus diferencias de personalidad con el diputado para demostrar que tiene “mayor templanza y mejores aptitudes” para gobernar, en línea con las publicaciones en las redes sociales que el oficialismo hizo en los últimos días.

El aspirante peronista, según indicaron fuentes de su espacio, continuó con su estrategia de insistir con "las propuestas" y acorraló con constantes preguntas a Milei.

Además, Massa, como estaba previsto, insistió con su convocatoria a un gobierno de unidad nacional y con sus principales promesas de campaña: cambiar los planes sociales por programas de empleo, controlar a rajatabla el gasto, asegurar la gratuidad de la educación y la salud pública, combatir la inseguridad con el “modelo Tigre” y mejorar el poder de compra de los trabajadores y de los jubilados.

Otro de los aspectos importantes que pretendió instalar Massa es la “inviabilidad” de las propuestas de la derecha.

Tras participar el jueves pasado en una caravana proselitista en Mendoza, Milei, quien fue segundo en los comicios generales con el 30% de los sufragios, suspendió toda actividad pública para prepararse para el debate, incluido un acto que tenía previsto con su militancia en el Parque Lezama.

Fuentes de La Libertad Avanza comentaron que el legislador se recluyó en el Hotel Libertador junto a su “núcleo duro”, compuesto por su hermana y jefa de campaña, Karina Milei, y sus asesores Nicolás Posse y Santiago Caputo.

Desde su entorno señalaron que el legislador estuvo más enfocado “en el contenido que en las formas” y, en ese sentido, remarcaron que se preparó para basar su estrategia en criticar la gestión de Massa como titular de Economía, reforzar su discurso “anti casta”, volver sobre el planteo de “continuidad o cambio” que ha esgrimido a lo largo de su campaña y pedir a sus fiscales que extremen sus esfuerzos para “cuidar los votos”.

También afirmaron que Milei, como en la segunda compulsa presidencial obligatoria, tenía intenciones de mostrarse más moderado en relación a la primera, llevada a cabo en Santiago del Estero el 1 de octubre.