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“Hoy tengo la posibilidad de reconstruir el partido. Al peronismo lo quisieron matar. Era historia y hoy es futuro. Vamos por el bronce”, le avisa Barrionuevo a Clarín desde la suerte de comandancia que ejerce desde hace 39 años desde el sindicato de Gastronómicos, ubicado en el corazón del barrio de Constitución. Mientras las “tribus” del peronismo aún no logran remasterizar algo similar al navío que solía ser el kirchnerismo hasta el 2015, el sindicalista le abre la puerta a la propia ex presidenta Cristina Kirchner a una eventual interna. “Que venga (ella) al peronismo. La que lidera el kirchnerismo es la doctora. Entonces, bueno, si va a ser candidata, si el Senado no trata el desafuero, vendrá con el prontuario a competir. Pero que venga al peronismo. Nosotros no le vamos a cerrar la puerta”, enfatiza.

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Cuando le consultan irónicamente que detrás de su intervención está el mismísimo Jaime Durán Barba, Barrionuevo contraataca: “Eso lo dicen los trolls. Yo no los leo. El testigo será el tiempo. Los candidato de Durán Barba, de Macri y de Peña eran Gioja y Cristina. Nuestro candidato es el peronismo”. No obstante, a la hora de explicar su voto en el 2015, el gremialista trastabilla. Dice que no votó ni a Daniel Scioli ni a Mauricio Macri ya que ninguno era una “opción”.

Explicar la relación con Mauricio Macri resulta una tarea compleja para Barrionuevo: cuenta que lo “ayudó” a ser presidente de Boca y jefe de Gobierno, y que ahora no se hablan desde el albor del último paro de la CGT. No obstante, durante la primera marcha sindical de la era “M”por el día del trabajador (2016), prefirió no formar parte del palco sindical que exhibió Hugo Moyano en la avenida Paseo Colón. El Presidente comió locró con Barrionuevo el mismo 1° de mayo, tres días después de la movilización en el sindicato de Gastronómicos.

Barrionuevo explica su concepción del Gobierno sobre dos ejes: “Uno: A Macri le iba bien en la política porque no tenía una oposición enfrente sólida, contundente y creíble, pero ahora la va a tener. Dos: le va pésimamente mal en la economía. Se ha aferrado a un sistema liberal-liberal y yo creo que le está yendo mal. Es como con los boxeadores: necesita cambiar el aire, pero por lo visto se aferra y no quiere cambiar. El final de la contienda tendrá un mal final para él en las elecciones”.

Hoy hay candidatos. No puedo hablar de gobernadores… salvo de Urtubey, que deja su provincia y ya ha dicho que sí. Está Massa que está boyando. Está De la Sota. Y no sé si habrá otros. Tal vez hay algún tapado. Pero te repito: todo será dentro del peronismo.

A la hora de hablar de liderazgos y candidaturas, el líder de los gastronómicos y pareja de Graciela Camaño, la principal espada del Frente Renovador en el Congreso, revela: en primer lugar, dice que no habla con Sergio Massa, su mentado en tiempos de la Ucedé y el menemismo en San Martín. Menciona al propio ex diputado como candidato, aunque también expone al gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey y al caudillo cordobés José Manuel De la Sota. “Cuando arranqué con Menem no teníamos una moneda y terminamos ganando contra todas las estructuras. En esta también vamos a ganar. Vamos a ser gobierno en 2019”, cuenta con optimismo.