Crisis económica y agotamiento social: el regreso de la cuarentena flexible (por si hay que volver atrás)
La flexibilización del aislamiento regresa de la mano de datos positivos: la mortalidad en el país es una de las más bajas del mundo.
La foto se repetirá. El presidente Alberto Fernández estará acompañada en el anuncio de la flexibilización del aislamiento obligatorio junto al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonarense, Axel Kicillof. A diferencia de la última vez, se sumarán a través de videoconferencia tres gobernadores: Jorge Capitanich, de Chaco; Gerardo Morales, de Jujuy, y Arabela Carreras, de Río Negro.
La presencia de los tres mandatarios responde a que en esos distritos aumentaron mucho los contagios en los últimos días, como en el AMBA. El anuncio del regreso a la Fase 3 desde el sábado, incluirá la premisa de "responsabilidad social" para la nueva fase y el agradecimiento por el esfuerzo realizado.
Este miércoles, Argentina llegó al récord de 4250 nuevos contagios.
Pese al incremento de infectados, con más del 90% de los casos en la Ciudad y el conurbano, y la ocupación del 70% de las camas de terapia intensiva en el sector público y el 74% en el privado, la cuarentena flexible vuelve.
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¿Pero por qué se flexibiliza ahora?
Por un lado, el aislamiento alcanzó los 120 días este viernes, lo cual cuadruplica una cuarentena. Por el otro, la economía cayó 26,4% en abril último, volviéndose un nivel récord. Mientras que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sostiene que la economía argentina caerá 10,5% y será la tercera más afectada de la región. Los números no son alentadores.
Otro organismos internacional, el Banco Mundial, también pronosticó un futuro complicado para el país.
La entidad financiera estima que la Argentina sufrirá una caída de su PBI del 7,3% este año como consecuencia de la pandemia y la renegociación de la deuda. Los datos fueron consignados en el informe “Perspectivas Económicas Mundiales” publicado en junio.
“Las estrictas medidas de mitigación del Covid-19 junto con una menor demanda de exportación y los impactos de la incertidumbre relacionados con la negociación de la deuda en curso contribuirán a una proyección de contracción del PBI de 7,3 por ciento en 2020”, dice el paper del Banco Mundial.
Asimismo, la entidad internacional consideró una recuperación para el próximo año de 2,1%.
El repunte va a depender de un mayor consumo e inversiones si hacen una buena negociación en el canje de la deuda.
Además, la fatiga social frente a la imposibilidad de no poder trabajar conduce a rever la cuarentena estricta. La imagen buena o muy buena de la gestión de Alberto Fernández descendió del 60% en mayo al 49% en junio, según el relevamiento de opinión pública realizado por las consultoras D'Alessio Irol y Berensztein. También estudiaron la imagen mala o muy mala del presidente: subió del 35% al 49% en el mismo mes.
En busca de darle un respiro a la sociedad, y alejar por unas semanas el agotamiento, habrá apertura de comercios cercanos, salidas deportivas y para los niños durante la semana en la Ciudad. Si los contagios crecen se volverá a endurecer la cuarentena con un cierre.
El otro dato fundamental para volver al aislamiento estricto es la disponibilidad de camas en el sistema de salud.
En el mundo hay 13,8 millones de contagios. Estados Unidos lidera el podio de más infectados con 3,53 millones de casos, seguido por Brasil con 2,01 millones e India con un millón.
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Los datos positivos
La mortalidad en el país es una de las más bajas del mundo. Registra el 1,84% del total de casos de todo el mundo. Además es una de las tres menores de América. También la letalidad va en descenso con 1.8.
En la Ciudad, el 83% de los contagiados tiene menos de 50 años y el 82% de los fallecidos tiene más de 60. Eso visibiliza porqué hay pocas muertes e internados en UTI.
Aunque en Ciudad hay una gran cantidad de adultos mayores, no solo en sus hogares sino en geriátricos, hay más casos de menores de edad contagiados (17%) que de mayores de 70 años (10%).
Otro dato positivo es que la curva de fallecidos y la ocupación de camas en UTI aumentó menos que la de casos confirmados.