Controles sorpresa, accesos restringidos y ¿otro capítulo? en la pelea entre Provincia y Ciudad
Tensión, fastidio y enojo fueron algunas de las sensaciones que se vivenciaron hoy, desde las 7 de la mañana, en quienes transitaron los accesos para salir de la Capital rumbo a las diferentes localidades de la provincia de Buenos Aires.
Es que la policía Bonaerense y agentes de tránsito instalaron puestos de control vehicular en Panamericana mano hacia el norte, Autopista del Oeste, Autopista Ricchieri hacia el Sur y en el Puente Pueyrredón. Durante varias horas, el personal de seguridad se mantuvo en los carriles para tomarle la temperatura a los conductores, solicitarle licencia de conducir y hasta pidiendo el permiso de circulación.
Ayer, el gobernador Axel Kicillof anunció una serie de nuevas medidas donde se contempló el “cierre y controles en los accesos a la Provincia”, aunque, ahora, sería más estricto. Y así fue. Nadie supuso que el horario para inspeccionar y vigilar sería por la mañana cuando no rige ninguna restricción a la circulación para esa franja horaria.
De hecho, el presidente Alberto Fernández renovó por tres semanas más la prohibición para circular entre las 20 y las 6 del otro día, pero no limitó la circulación matutina. Y en ese mismo sentido se pronunció Horario Rodríguez Larreta que restringió la circulación vehicular en 18 accesos a la Ciudad desde las 20 hasta las 6.
Hace dos semanas cuando se decretaron por primera vez las medidas para combatir la segunda ola en AMBA, el jefe de la Provincia de Buenos Aires resaltó que la Ciudad era el “epicentro de la segunda ola”. Quizás este juicio siga estando vigente y permita explicar el despliegue de hoy.
Todo circunscripto en un escenario: la espera al fallo de la Corte por las clases presenciales. A pesar del clásico que disputan Nación y Ciudad, la Provincia también juega su partido avalando los decretos presidenciales y siguiendo a rajatabla la línea de la Casa Rosada. Detrás del alambrado, los ciudadanos que gritan por más “libertad” y menos “limitaciones”.
Julio Bárbaro contó en un video casero que estuvo “tres horas en la Panamericana” y le tiró con munición gruesa al gobernador: “No es contra el virus, es contra el ciudadano, en sueño de convertirlo en esclavo”.
Otro que quedó varado fue el ex presidente del Hospital Garrahan, Carlos Kambourian. El médico pediatra contó que llegó “tres horas tarde para atender pacientes” por el control “absurdo” en Panamericana.
El jefe de Gabinete, Carlos Bianco, desmintió que la Policía estuvo solicitando el permiso de circulación. “Lo que estamos haciendo ahora es un control sanitario, como lo hacemos sobre todo en los fines de semana”, dijo en diálogo con TN.