Tras una extensísima jornada de diálogo entre las autoridades de Aerolíneas Argentinas y los tres gremios aeronáuticos más combativos, que comenzaron el viernes pasado y continuaron el lunes y el martes, en la madrugada de este miércoles las partes firmaron una carta de entendimiento y las negociaciones se acercan al acuerdo.

Con la expectativa concreta de llegar a buen puerto y zanjar las diferencias, las partes prefieren mantener la prudencia, aunque reconocen que hubo avances. Según trascendió, cerca de las 4:30 firmaron una carta de entendimiento que los sindicatos llevarán a sus bases con el fin de terminar con la disputa. 

Independientemente de lo acordado, cada sindicato debe ahora presentar las propuestas ante su correspondiente asamblea para que el eventual entendimiento sea refrendado por los trabajadores.

El primer encuentro se inició a las 14, con representantes de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA). Luego le siguieron los de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y finalmente los de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA). Posteriormente, todos se unieron en un mismo cónclave.

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Las conversaciones estuvieron centradas en la modificación de los convenios colectivos de trabajo, una condición que ha impuesto el Gobierno y con la que pretende aumentar la productividad de la compañía.

Los puntos más importantes en los que se ha afinado el lápiz están vinculados con la eliminación de los pasajes en "clase ejecutiva" para los pilotos y sus familias, la renuncia a los asientos de "descanso" y una reformulación de los horarios laborales y en el uso del servicio de remises.

Por otro lado, el Ejecutivo habría elevado del 14 al 16% el aumento salarial para el período junio- agosto para la APA y la AAA, mientras que los pilotos, los más reacios a alcanzar un acuerdo, negociarían un incremento diferente, según comentaron algunas fuentes que participan de las reuniones.

La primera reunión con los tres gremios aeronáuticos se concretó el viernes pasado y los representantes sindicales se comprometieron a no iniciar medidas de fuerza mientras dure la negociación

El conflicto aeronáutico se había profundizado dos días antes por un paro sorpresivo de Intercargo por el despido con causa de un trabajador, que dejó varados a miles de pasajeros y afectó a decenas de vuelos de empresas privadas -no así de Aerolíneas Argentinas-, tanto en el Aeroparque como en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.

La situación, aunque en menor medida y solo en la terminal porteña, se repitió el jueves, cuando los trabajadores de esa empresa estatal realizaron "asambleas informativas" para analizar la situación tras el cese de otros 15 trabajadores.

El Ejecutivo no se quedó atrás, anunció la desregulación de los servicios de rampa e instruyó a las fuerza de seguridad a prestar servicios aeroportuarios en caso de medidas de fuerza. También instó a los sindicatos a presentar propuestas el viernes para mantener la operatividad de Aerolíneas, bajo la amenaza de comenzar los trámites administrativos para su cierre.