Fueron pocos los minutos que duró el debate sobre el Presupuesto, mientras afuera del Congreso había graves enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes que rechazan el proyecto. La situación luego cambió también en el recinto: legisladores de la oposición denunciaron la represión policial, pusieron el grito en el cielo con la idea de frenar el debate y lograron que la sesión pase a un cuarto intermedio, que recién se retomó pasadas las 17.

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Mientras tenía la palabra el diputado Luis Pastori (UCR-Cambiemos), integrantes de los bloques del Frente para la Victoria, Red por Argentina y el Frente de Izquierda se levantaron de sus bancas para reclamarle a quien presidía la sesión que en ese momento era el radical Luis Petri, que suspenda el debate por la represión y los incidentes. "Rescátense y paren con esta mierda", les gritó Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, a los integrantes del bloque oficialista.

La situación se le fue de las manos a Petri, que intentó sin éxito que los legisladores y las legisladoras volvieran a sus bancas y hasta ofreció darle la palabra al presidente del bloque kirchnerista, Agustín Rossi, pero se negó rotundamente a pasar la sesión a cuarto intermedio. La situación se desmadró cuando el presidente del bloque PRO, Nicolás Massot, invitó a pelear al diputado Leopoldo Moreau, del FPV.

En ese clima de tensión, el presidente de la cámara, Emilio Monzó, hizo levantar al radical y volvió a ocupar su silla. Fue entonces cuando Monzó apeló a su cintura política y ofreció cederle la palabra a Rossi si todos se sentaban en sus bancas. Pero Pastori se negó, el clima se recalentó y Monzó terminó ofreciendo un cuarto intermedio de diez minutos y convocando a los jefes de todos los bloques a dialogar en privado.

Luego del receso, que duró el doble, la oposición, encabezada por el kirchnerismo y la izquierda, solicitó levantar la sesión por los enfrentamientos en la Plaza del Congreso y pidió la presencia de la minsitra de Seguridad, Patricia Bullrich, para explicar el "protocolo" que se llevó a cabo y que derivó en la represión policial en la calle.

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Cerca de las 16:10, Monzó anunció que el ministro de Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo, estaba en el edificio y dispuesto a reunirse con los legisladores. Ese encuentro duró casi una hora y la sesión se retomó recién pasadas las 17.

Sin embargo el kirchnerismo, el interbloque de Felipe Solá, el Frente de Izquierda y otros espacios opositores insistieron en suspender la sesión y amenazaron con retirarse del recinto si no liberan a las personas detenidas por la Policía de la Ciudad en las inmediaciones del Congreso. 

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"Si no liberan a los detenidos, no volvemos a sesionar", advirtió en Twitter el diputado Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, que pidió la "inmediata libertad de Nacho Levy de La Garganta Poderosa, nuestros compañeros del Movimiento Evita y todas las personas que están deteniendo en esta cacería ilegal que se está desarrollando en este momento".

Efectivamente, Grosso, Victoria Donda, Lucila De Ponti y los demás integrantes del espacio que encabeza Felipe Solá no bajaron al recinto al retomarse el debate. El kirchnerismo, aunque había evaluado esa posibilidad, finalmente ocupó su bancada.

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