Las elecciones presidenciales de este domingo, que se definirán en un balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei el 19 de noviembre, modificarán a partir del próximo 10 de diciembre el escenario del Congreso, que cambiará su dinámica en ambas cámaras debido a la fragmentación política y a la ausencia de mayorías automáticas.

Además de elegir a quiénes disputarán la segunda vuelta, los comicios de este domingo sirvieron para renovar 130 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 senadores.

En este contexto, el gran ganador fue La Libertad Avanza. Al repetir prácticamente sus resultados de las PASO de agosto, cuando obtuvo el 30% de los votos, el bloque libertario tendrá unas 38 bancas en Diputados y 8 en el Senado.

TE PODRÍA INTERESAR:

En Diputados, Unión por la Patria, que renovaba 68 de sus 118 escaños, perdería 12 bancas: de 118 pasaría a tener 106, en tanto que Juntos por el Cambio bajaría de 118 escaños a 94.

El quórum necesario para abrir una sesión es de 129 diputados, lo que en la práctica significa que cualquiera de los tres espacios mayoritarios que quiera tratar un proyecto de ley estará obligado a negociar.

En los últimos años, los interbloques Federal Provincias Unidas desempeñaron el rol de “árbitro” en las discusiones parlamentarias y varias veces inclinaron la balanza en uno u otro sentido. Desde el 10 de diciembre, ambas agrupaciones no perderán muchas bancas, pero su docena de votos no alcanzará para llegar al quórum, por lo que los libertarios pasarán a ocupar ese rol.

En caso de acceder a la Casa Rosada, La Libertad Avanza quedaría muy lejos del quórum, por lo que deberá negociar arduamente con las fuerzas políticas a las que combatió discursivamente y llamó “la casta” durante la campaña.

En ese contexto, el rol de Mauricio Macri podría ser clave. El expresidente y Milei se tiraron flores entre las PASO y este domingo, situación que produjo chispazos en la interna de Juntos por el Cambio y la molestia explícita de su candidata Patricia Bullrich, con quien el fundador del PRO limó asperezas en el último tramo de la campaña.

Fuentes de La Libertad Avanza, no obstante, no descartan sumar voluntades desde las filas del peronismo no kirchnerista.

Probablemente quien encuentre mayores dificultades para avanzar con su agenda legislativa, incluso habiendo ganado este domingo, será Massa, quien, para no perder bancas, debería haber cosechado el 45% de los votos.

El ministro de Economía necesitará captar votos de los sectores moderados de Juntos por el Cambio y en ese marco se explican sus convocatorias a un “gobierno de unidad nacional”, lo que volvió a hacer este domingo después de obtener el primer puesto en los comicios, con el 36,55% de los votos.

El mapa también cambiará en el Senado, en el que durante los últimos años el kirchnerismo pudo alcanzar la mayoría gracias a los bloques provinciales en casi todos los proyectos que consideraba importantes, como la reforma de la Ley de Alquileres o el pliego de la jueza Ana María Figueroa, fuertemente cuestionado por la oposición con el aval de la Corte Suprema.

Al prácticamente repetir los resultados de las PASO, Milei, que no tenía representación, contará con 8 senadores propios, Unión por la Patria pasó de 32 a 34 legisladores, Juntos por el Cambio caerá de 33 a 24, y los “provinciales” y Unidad Federal (una fractura del bloque oficialista) tendrán cada uno.

Dado que el quórum es de 37 senadores, Unión por la Patria podría abrir las sesiones si alcanza un acuerdo con los senadores “provinciales” y con sus ex compañeros de Unidad Federal.

Por su parte, Juntos por el Cambio deberá sumar a los libertarios, ya que únicamente con los “provinciales” no alcanzará el umbral mínimo. Y esa misma limitación enfrentaría La Libertad Avanza.