En medio de la interna peronista y con fuertes críticas al Gobierno de Javier Milei, el diputado Máximo Kirchner encabezó este viernes un acto en la ciudad de La Plata. Rodeado por referentes de La Cámpora, que lidera, el hijo de Néstor y Cristina también hizo un llamado a la militancia a organizarse y a "dejar de patalear para empezar a construir". 

"Si nuestro pueblo tiene hambre y se llevan nuestro petróleo, la minería, el oro y la plata, es saqueo", advirtió en un extenso discurso en el Club Atenas, en la capital de la provincia de Buenos Aires.

Según el legislador, la única justificación para la actividad extractiva en el país es que "un pueblo se pueda educar, comer, crecer y realizarse la vida". De lo contrario, insistió, "estamos adelante de un saqueo" y llamó a los argentinos a no permitirlo.

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Kirchner señaló que la implementación de medidas como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), aprobadas en el Congreso, representan una entrega de los recursos naturales del país y reflejan una visión "distópica" de la realidad argentina.

"Dicen, entonces, que esa es la única forma de que nuestro país salga adelante. ¿Va a salir nuestro país adelante de esa manera? La traducción sería que la única manera de tener un futuro como país es que su pueblo viva de manera indigna. Si un pueblo vive de manera indigna, no hay país", lanzó.

Tras indicar que las medidas económicas del Gobierno libertario "afectarán cada vez más a los argentinos", el legislador también aludió a la posible privatización de Aerolíneas Argentinas, y recordó el deterioro de la empresa durante la década de 1990.

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"Los trabajadores de la empresa pelean por su salario y son amenazados con la privatización de la compañía. Cuando Aerolíneas Argentinas fue privatizada, había vuelos cada tres días", subrayó.

Kirchner instó a su partido a no quejarse del veto presidencial a la reforma previsional, al señalar que se trata de "una de las facultades constitucionales" que tiene un mandatario.

"No hay que enojarse, compañeras y compañeros. Hay que dejar de patalear y empezar a construir, a organizarse", remarcó.

También le dedicó un párrafo a la interna bonaerense: "Nadie se puede enojar ni ofender por discutir ideas, ni ver un complot. Siempre estuvimos para ayudar a los compañeros". Y remarcó: "Ahora dicen el dedo de Cristina. Si los que fueron señalados por el dedo se quejan, qué nos queda a los que no lo fuimos y seguimos haciendo".