Círculo Rojo: Cambiemos, los riesgos sobre la nueva ecuación de poder y el fuego amigo de la UCR
En Cambiemos reconocieron que lo peor ya pasó. Coincidieron en que la turbulencia cambiara quedó al margen del centro de escena. Ahora, con un ojo en lo que sucede en el circuito financiero, todas las miradas se depositan en las consecuencias que trajo. Cómo queda el escenario político, quiénes fueron los responsables y qué medidas hay que tomar de ahora en más.
El Círculo Rojo no jugó un partido aparte y se metió de lleno en el debate. En sintonía con la mayoría de las teorías, en la mesa de poder apuntan al radicalismo como uno de los principales responsables de colaborar con las críticas, por ejemplo, con el proyecto de tarifas (la semana próxima podría convertirse en ley en el Senado), obligando a Mauricio Macri a pagar el costo del veto.
La sugerencia estrella no tiene grises: el Presidente debe gobernar sólo. Con pocos integrantes alrededor de la mesa de Cambiemos, sin voces que digan una cosa puertas adentro y después, fuera de la Casa Rosada, emitan un mensaje que deje en un lugar incómoda al primer mandatario.
En este sentido, Carlos Pagni, en su columna en La Nación, advirtió: "No solo aflora un conflicto de Cambiemos con el peronismo. También se insinúa un disenso en el seno de Cambiemos. El radicalismo vuelve a formular, por ahora con sigilo, diferencias con la política económica”.
"No solo aflora un conflicto con el peronismo. También se insinúa un disenso en el seno de Cambiemos", apunta Pagni
"La ecuación de poder ya no es la misma”, agregó, y alarmó por la participación del radicalismo para incentivar las disidencias internas en la alianza oficialista, provocando el fortalecimiento de una oposición que estaba escondida y sin grandes posibilidades de resurgir.
Macri, junto a Alfredo Cornejo, el presidente del radicalismo.
No es menor: la nueva mesa chica de Cambiemos la integra un radical: Ernesto Sanz. "El dirigente radical no asiste a título personal, sino con un mandato partidario otorgado por Cornejo y por Gerardo Morales, el vicepresidente de esa fuerza”, apuntó Pagni.
Las diferencias se originan en los métodos que debe implementar el Gobierno sobre el rumbo de la economía. Ajuste sí, ajuste no. FMI sí, FMI, no. Marcos Peña, en este aspecto, prefiere evitar nuevos conflictos internos que entregen rasgos de debilidad y apunta a contener las críticas de los suyos.
¿Cuál es el diagnóstico que cruza la tesis de Macri? "El oficialismo debería liberar el tipo de cambio, resignarse a una inflación más elevada y enfocarse, como pueda, en el nivel de actividad. Para Macri es un camino aterrador: cuanto más alta sea la inflación, mayor serán los niveles de pobreza”, afirmó el columnista.
En definitiva, el Círculo Rojo no quiere a un Presidente débil para las elecciones de 2019. Y, en este aspecto, considera que algunos de los problemas se originan o al menos se alientan en el propio seno de Cambiemos. Por eso, el establishment quiere una cosa: que Macri cierre las puertas de su despacho y gobierne solo.