El Gobierno estaba dispuesto sostener su plan inicial de aumentar las tarifas según el calendario que tiene previsto desde fines del año pasado. Sin embargo, la oposición (en una alianza improvisada y momentánea), Elisa Carrió y la sociedad fueron factores claves para atenuar el impacto en las subas.

Aunque de fondo los incrementos serán similares, el presidente Mauricio Macri, Juan José Aranguren (ministro de Energía) y Marcos Peña (jefe de Gabinete) entregaron síntomas de haber escuchado el ruidazo que ayer gran parte de la clase media organizó en varios puntos del país y elegir no pagar un costo político tan alto.

Los tarifazos se convirtieron en esta parte del año en el caballo de Troya de Cambiemos: desataron una crisis interna en el bloque con las posiciones de funcionarios que en off recomiendan moderar las subas y la exposición pública y calificada como “doble agente” por el Círculo Rojo de la diputada Carrió.

Las alarmas de Durán Barba y Peña se encendieron cuando vieron las consecuencias negativas que implicaría avanzar contra viento y marea: el económico (los ciudadanos están ahogados para pagar las subas en las tarifas) y político (las encuestas reflejan el descontento social con el Gobierno).

En este sentido, con una oposición unida y con su espacio fragmentado, Cambiemos frenó la pelota y empezó a planificar otras alternativas que no caigan como un baldazo de agua fría y, principalmente, enviar un mensaje de diálogo y comprensión para la clase media y baja.

¿Cuál sería el gesto de Aranguren? Si bien no circularon detalles, según pudo averiguar elCanciller se trataría de una propuesta que había sugerido el radicalismo: dividir las boletas de los meses de mayor consumo.

Se trataría del primer gesto presidencial para calmar los ánimos. Por eso, Peña mostrará los cambios que buscarían introducir en el boceto inicial a los diferentes bloques de Cambiemos durante un encuentro en la Casa Rosada. Allí, quedará delineado el plan para luego avanzar en el Congreso.

Según indica Santiago Dapelo en su columna en La Nación, Mario Quintana fue un hombre trascendental en el ida y vuelta entre la Casa Rosada y Carrió para llegar a un “acuerdo” y eliminar las críticas y el nivel de confrontación. 

Cambiemos perdió en estas últimas semanas el control de agenda, un síntoma de desconcierto frente a un tema clave que golpea en el corazón de su política económica como es el aumento de las tarifas. “Siempre dije que no soy mago y tampoco estafador. Nada de lo que prometan que viene de regalo puede ser verdad”, dijo Macri. El Gobierno, por el momento, modera el golpe del tarifazo, aunque no cambia su objetivo final.