Cambiemos reconoció en los últimos días la escalada del dólar, aunque lo atribuye sin condicionamientos a la situación financiera internacional. La receta que propuso desde que la divisas se disparó y alcanzó los $21, 52 fue la intervención constante con pérdida de reservas.

Sin embargo, el Círculo Rojo vislumbró un camino sinuoso de cara las elecciones del 2019. ¿Por qué? Carlos Pagni, en su columna en el diario La Nación, alarmó por la posible pérdida de "credibilidad” con medidas que golpean en el corazón de las expectativas del oficialismo.

Acto seguido, el periodista se refirió a "una derrota del Central” por el descontrol de la moneda estadounidense. "Dentro y fuera del oficialismo se cuestiona a Federico Sturzenegger por pulsear con el mercado para evitar una depreciación de la moneda”, aseguró, sobre las críticas de los economistas y la incertidumbre en torno al dólar.

"La raíz del desconcierto no está en el cambio de la meta de inflación, que se dispuso el 28 de diciembre, sino en la convicción de Sturzenegger para llevar a cabo la nueva orientación”, agregó.

Después de hacer énfasis en el titular del BCRA, Pagni mencionó al ex ministro de Economía como síntoma del primer cimbronazo dentro de la Casa Rosada. "La primera alarma frente a este desequilibrio la encendió alguien que conoce la relojería oficial. Alfonso Prat-Gay señaló, en diciembre, que cuando ese desajuste llega a 4,4 puntos del PBI, los bancos de inversión comienzan a cambiar de humor frente a los números. Hoy ese déficit es de 5 puntos del PBI”, explicó.

"Desde que Macri llegó al poder está planteado un reparo sobre el diseño de su equipo. El Presidente es fóbico a la presencia de un ministro que concentre las principales decisiones económicas. Un Cavallo, un Lavagna. O un Carlos Bianchi, por ponerlo en términos boquenses”, expresó, después de que justo ayer Cavallo reapareciera en Todo Noticias con consejos y mensajes polémicos sobre el rumbo de la economía.

El Círculo Rojo, desde que se concentró el tema tarifas e inflación, alarmó a Cambiemos por el impacto en las encuestas y el malhumor social que estaba en crecimiento constante. Por eso, Pagni, afirmó: "El debate sobre el modo en que Macri armó su gabinete es inconducente. Él está cómodo con su sistema. Y esa comodidad es inapelable. Solo cabe examinar los resultados. Sobre todo, porque la opinión pública modificó sus expectativas. Por primera vez desde diciembre de 2015 el pesimismo se impuso al optimismo. Las encuestas revelan también, como el mercado financiero, una crisis de confianza”.

Finalmente, de lleno en el barro política y en los meses previos a la batalla electoral, Pagni señaló: "En el laboratorio de Marcos Peña preparan a los candidatos federales de Cambiemos. Los peronistas se habían resignado a entregar la presidencia el año próximo. Pero no a entregar sus propios territorios. Derrotada Cristina Kirchner en Buenos Aires, esta es la batalla del futuro”.