El ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia rechazó este lunes las "inamistosas y temerarias declaraciones vertidas por la Oficina del Presidente de la República Argentina" y llamó a consultas a su embajador en en el país, Ramiro Tapia, luego de que la administración de Javier Milei repudiara "la falsa denuncia de golpe de Estado", en referencia al levantamiento militar que se desarrolló el pasado 26 de junio en La Paz.

"Lamentamos que intereses políticos internos y externos, que ya participaron activamente en el 2019 en la ruptura del orden constitucional, incluso a través del envío de municiones, una vez más intenten amenazar la estabilidad y la institucionalidad del Estado Plurinacional boliviano", agregó el comunicado de la Cancillería.

En el mismo sentido, la titular interina de la cartera y portavoz de la Presidencia de Luis Arce, María Nela Prada, reveló en declaraciones a la prensa: "Se convocó en consulta a nuestro embajador en Argentina, Ramiro Tapia, para que se haga presente en la sede de gobierno". Además, advirtió que citaron al representante del Gobierno de Milei en aquel país, Marcelo Massoni, con el objetivo de expresar su "enérgico rechazo" a las declaraciones de la gestión libertaria.

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Previamente, la viceministra de Comunicación de la Nación vecina, Gabriela Alcón, había señalado en declaraciones al canal local Red Uno: "Nosotros siempre hemos mantenido una posición de respeto y vamos a exigir el mismo respeto al tema de injerencia". 

En este sentido, la cartera de Relaciones Exteriores boliviana señaló que "las desinformadas y tendenciosas aseveraciones, sobre una posible existencia de presos políticos, o la posibilidad de inexistencia de un golpe de Estado militar fallido, constituyen un exceso y un negacionismo inaceptable".

De todas formas, desde el Ministerio sostuvieron que "la convivencia pacífica y la hermandad" entre los pueblos "nunca debe ser perturbada por intereses mezquinos e ideologías fascistas", y agradecieron a "las miles de voces desde Argentina" que expresaron su solidaridad.

La administración de Milei había opinado el domingo a través de un comunicado de la oficina presidencial que "el relato difundido era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto socio-político del país latinoamericano", a la vez que advirtió que "hace tiempo que la democracia boliviana está en peligro", porque "históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras".

En tanto, Arce ratificó en su cuenta de la red social X que "claramente lo que ocurrió el 26 de junio fue un #GolpeMilitarFallido en #Bolivia".

Por su parte, el vocero presidencial argentino, Manuel Adorni, aseguró en su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada este lunes: "Nosotros respetamos la democracia, creemos por supuesto que los gobiernos deben cambiar en virtud del voto, pero por sobre todas las cosas, defendemos, respetamos y apoyamos e impulsamos que esas democracias sean completas y que esas repúblicas efectivamente sean en pos de la libertad y del bien del ciudadano". 

Además, señaló que el comunicado de la Oficina del Presidente "es simplemente una descripción de los hechos de las diferentes informaciones" que van "recolectando", y remarcó la postura oficial sobre la falta autenticidad del intento del golpe de Estado, denunciado también por el expresidente Evo Morales. "Que un personaje de la relevancia que tiene para Bolivia haya dicho lo que dijo, claramente destapa determinado modus operandi que había que prestarle atención, independientemente de cómo se sigan sucediendo los hechos", apuntó.