En el marco de la anunciada "guerra contra el narcoterrorismo" que lleva adelante el Gobierno, a raíz de la ola de violencia que se multiplica en Rosario, Aníbal Ibarra apuntó contra el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias, por "militar" la prisión domiciliaria para "Morenita Marín", quien fuera el "narco más buscado de Argentina".

"Hace pocos meses, el jefe de los fiscales contra el narcotráfico (Diego Iglesias, titular de la PROCUNAR) logró que le dieran prisión domiciliaria al que había sido el narco más buscado de la Argentina", sostuvo el exjefe de Gobierno y exlegislador porteño en su cuenta de la red social X.

Según Ibarra, el fiscal "militó" que "Morenita Marín" pudiera cumplir su condena desde el hogar desde 2019, apenas un año después de su detención, con la justificación de que tenía "hijos menores y hemorroides".

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Sin embargo, destacó que el delincuente en cuestión escapó de su casa a los dos meses de recibir el beneficio, que cumplía "sin una custodia" que lo vigilara. Finalmente, murió en Corrientes en agosto del 2023.

El presidente del Frente Progresista y Popular (FPP), afirmó que el peligroso individuo en cuestión "comandaba una banda armada con armamento pesado, distribuía droga en varias provincias de la Argentina, tenía condena a 20 años de prisión (una de 12 años y otra de 8), varias causas abiertas, tenía recompensa por su captura y orden internacional de detención".

Además, agregó que al momento de su arresto, en 2018, había "estado prófugo durante varios años y se había escapado varias veces a pesar de estar rodeado por la policía y en medio de un tiroteo".

Finalmente, expresó que "todos guardan silencio porque ese fiscal (Iglesias) es protegido de la DEA y de este gobierno", por lo que planteó que a pesar de la "guerra al narcotráfico" que plantea la administración Milei también hay "negocios" con ellos. 

"Sigan con la `guerra´, pero traten de no darle domiciliaria a los jefes porque la vamos a perder", concluyó.

Las acusaciones de Ibarra llegaron en medio de la escalada de violencia en Rosario, con bandas narco asesinando civiles en las calles de la ciudad, lo que motivó al Gobierno nacional a enviar a las fuerzas federales para asistir a la Policía de Santa Fe.