El juez de Avellaneda Luis Carzoglio, que hoy rechazó la detención de Pablo Moyano, denunció hoy que recibió amenazas y presiones y apuntó contra los diarios Clarín y La Nación, y contra algunos periodistas, por haber difundido "carpetazos" en su contra en el marco de una "campaña de prensa" en su contra. 

"A mí no me van a correr con carpetazos, de lo publicado la mitad es verdad y el resto son mentiras", sentenció, y adjudicó al presonal de la Fiscalía General de Cámara, que deberá revisar su decisión, la filtración de la información publicada por los diarios. También apuntó contra los periodistas Eduardo Feinmann, Luis Majul, Jorge Lanata y Adrián Ventura por haberla reproducido.  

El juez acusó incluso al procurador general de la Provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, de haber sido la fuente de esos medios y periodistas. "Esos datos sobre mi persona únicamente pudieron haber provenido de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires", enfatizó.

Carzoglio también denunció que su esposa recibió amenazas de muerte esta mañana, en concreto dos llamadas telefónicas cerca de las 11, tras conocerse su decisión en los medios. "En este país se tiene que terminar con los aprietes y con las amenazas", remarcó.

Respuesta del procurador

En diálogo con TN, Conte Grand le respondió al juez y coincidió en que hay que terminar con las presiones, pero rechazó de plano que el Ministerio Público de la Provincia haya intervenido en la causa o lo haya "operado", por lo que le exigió que ratifique sus dichos mañana mismo ante un fiscal de turno, de lo contrario estaría cometiendo el delito de falsa denuncia.

"Se va a iniciar mañana el trámite disciplinario y el magistrado Carzoglio va a tener que ratificar su denuncia y aportar las pruebas necesarias, o someterse al riesgo de una falsa denuncia", advirtió el procurador bonaerense. 

Por otra parte, defendió al fiscal Sebastián Scalera, que había pedido la detención del líder de Camioneros, y recordó que ningún integrante del Ministerio Público se manifestó después de ese pedido. "Estábamos esperando a que el juez resolviera. No veo qué clase de presión se nos puede imputar", señaló.