Con una economía en terapia intensiva que se desangra, Ricardo Roa advirtió en Clarín de los peligros que genera la contaminación de las poco confiables encuestadoras en plena campaña electoral.

Es lógico que la imgen y la intención de voto de Mauricio Macri se desplome al ritmo de los demoledores informes del Indec. La devaluación, la inflación, el desempleo, el aumento de la pobreza y la caída del consumo enterraron al gradualismo y a las esperanzas de mejora de su núcleo de votantes.

Mientras, una silenciosa Cristina Fernández de Kirchner se mantiene irreductible en sus fieles aprovechando al máximo los errores oficiales en materia económica. Imperturbable es también el rechazo que carga a cuestas, junto a las causas de corrupción que la acechan.

Sin embargo, en su columna semanal, el editorialista de Clarín destaca el trabajo de la encuestadora Managment and Fit, dirigida por Mariel Fornoni y Guilermo Seita. "Ella muy profesional y él un operador que trabajó para Scioli y para Massa y ahora para Lorenzetti y el banquero Jorge Brito, su socio en la radio CNN".

Hace ruido, entonces, que Managment and Fit trabaje, además de para María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, con Roberto Lavagna. Poliarquía, Isonomía y Aurelio son, en cambio, las más fiables, según Roa.

Justamente, mientras crecen los detractores del Presidente y Lavagna recoge a sus decepcionados, vuelve a sobrevolar la posibilidad de un Plan V para octubre. La gobernadora como principal espada de Cambiemos a nivel nacional, en detrimento de un Macri sin margen de reacción.

"Cristina tiene hoy por hoy más intención de voto que el presidente", sin embargo "no crece ni cae". Es por eso que Roa, mirando de reojo a las encuestas, asegura que Macri "necesita aprovechar este tiempo y encontrar un discurso para que vuelvan a creer con el cambio que prometió al llegar al Gobierno".