A una semana de dejar el poder, Alberto Fernández aseguró que la pobreza está mal medida: “Si hubiera 40%, la Argentina estaría estallada”
El Presidente saliente reflexionó sobre su gestión, las diferencias internas y la futura conducción del PJ: "No sé si Axel Kicillof nos representa a todos".
A una semana de dejar la Presidencia en manos de Javier Milei, Alberto Fernández reflexionó sobre algunas cuestiones clave que configuraron su mandato de cuatro años, y puso en duda los niveles oficiales de pobreza: “Creo que está mal medida. Si hubiera 40%, la Argentina estaría estallada”.
Además, ahondó en los motivos de su distanciamiento con Cristina Fernández, reveló detalles de su vínculo con Sergio Massa y reconoció sus diferencias con Axel Kicillof. Además de una autocrítica sobre su gestión, se metió en la interna del Partido Justicialista (PJ) que se viene y disparó sobre el gobernador bonaerense reelecto: “No sé si nos representa a todos (…), por qué encerrarnos a pensar en los nombres que circulan desde el año 2003, por qué no pensar en otros”.
En una entrevista brindada a Noticias Argentinas, el mandatario saliente reconoció que prefiere a otros candidatos para conducir el PJ en lugar de Kicillof: "No tengo la impresión que nos represente a todos, es la verdad, lo digo con todo respeto. Hay otros sujetos políticos dentro del peronismo, Victoria Tolosa Paz, Gabriel Katopodis, Jorge Ferraresi, "Coqui" Capitanich, tienen un futuro impresionante por delante".
Otro de los temas más calientes que abordó fue su tenso vínculo con la Vicepresidenta, por quien reconoció que “no se sintió acompañado”. “Sentí que Cristina tiene una mirada distinta a la mía y no me interesa, me parece válido y legítimo. Creo que en algunas cosas pudo haber tenido razón y en otras cosas no... Creo que, además, tiene un modo de hacer política que a mí no me gusta, que tiene que ver con esa forma personalista de hacer política, pero yo la respeto, es una mujer que ha sido dos veces presidenta, una vez vicepresidenta”, agregó.
En otro tramo de la charla, Fernández fue consultado acerca de su relación con Massa, que calificó como “perfecta”, de diálogo cotidiano y “de muchos años”. Y descartó la posibilidad de que “haya terminado" la carrera política del ministro de Economía y excandidato presidencial oficialista.
“Hizo una gran elección, pero está claro que hubo algo que no supimos sintonizar y debemos revisar. Por eso yo planteo esto que debemos analizar qué somos. Qué somos, eso hay que resolverlo”.
Y reflexionó que la caída de Unión por la Patria en las últimas elecciones: se debió al problema inflacionario que “se profundizó con la falta de dólares”. Y precisó sobre el detonante de la derrota apuntó a los problemas no resueltos: "No podemos pensar que perdimos porque la gente está equivocada, perdimos porque el problema inflacionario se profundizó y no pudimos encontrar una respuesta".
Al realizar un balance sobre sus cuatro años de gestión, Fernández confesó que no logró “cubrir todas las expectativas de la ciudadanía" ya que, en caso de haberlo hecho, “el resultado electoral era otro”.
“Estoy seguro de que aprendimos de cosas que pasaron en el pasado y no las repetimos, y son cosas que no se valoran adecuadamente. No interferimos nunca con la Justicia, nunca perseguimos a nadie, nunca presionamos a ningún periodista, fuimos un gobierno que siempre dio absoluta libertad a todo el mundo”, enfatizó Fernández.
Y apuntó, en un aparente juego de parecidos y diferencias con los mandatos de Cristina: “Fuimos el gobierno que más obra pública hizo y no hemos tenido ningún cuestionamiento de transparencia. Hay cuestiones en las que fuimos altamente eficaces. En la forma en la que encaramos la pandemia, más allá de lo que algunos plantean, tuvo una eficacia singular”.
“Se contagiaron alrededor de 11 millones de personas y murieron 130.000”, por lo que “10.870.000 fueron salvadas por la salud pública”, analizó sobre la pandemia de Covid-19. No obstante, lamentó que eso “no se pondera”.
En cuanto a las elecciones presidenciales del 2023, Alberto reveló por qué no se postuló en busca de la reelección: “Yo descreo de las reelecciones, lo mejor es buscar renovaciones. Había muchos que me pedían que fuera, pero yo observaba que mi posible candidatura lo que podía generar era una ruptura del espacio, porque había una parte del espacio que estaba muy renuente a mi candidatura”.
Además aseguró que “estaba claro que un espacio no quería su reelección”, por lo que a él no le interesaba “romper el espacio”.
Con respecto a la gestión de Kicillof como gobernador de la provincia de Buenos Aires, cargo que prolongará hasta 2027 tras ser reelecto en octubre pasado, Alberto destacó que “administró bien y fue muy honrado, honesto y transparente en la forma de trabajar”.
“A mi juicio es un hombre criterioso, más allá de que no comparto algunas miradas que tiene sobre la economía, el rol que le va a tocar a él no lo sé, depende de él. Yo creo que hay mucha dirigencia que en el futuro tiene mucho para dar”, subrayó sobre cuál será el papel del mandatario provincial reelecto.
La pobreza en el país
En las declaraciones que serán parte de su última semana de gestión, el Presidente saliente puso en duda los números de la pobreza en el país, que “se mide a través de la Encuesta Permanente de Hogares”: “Yo me temo que la gente no diga toda la vedad, porque si le preguntás a una persona te dice ”tengo un plan", de ahí empieza a mentir porque tiene miedo de que se lo quiten".
"Si hubiera semejante cantidad de pobreza, la argentina estaría estallada. Yo no puedo entender cómo se concilia que haya 40% de pobreza y al mismo tiempo llevemos 37 meses consecutivos de creación de empleo registrado y tengamos constatados que 1.300.000 puestos de trabajo fueron registrados en nuestro gobierno", cuestionó.
Continuando con el balance de su cuatro años al mando, especificó: “Si mirás los 99 días iniciales de nuestro gobierno, hasta que empezó la pandemia, todos lo índices mejoraron. Te cae la pandemia con una deuda en dólares con el 77% del producto bruto. No teníamos nada de crédito, y aún así hicimos el ATP y protegimos el empleo privado, pusimos el IFE, la Tarjeta Alimentar, sostuvimos la Asignación Universal por Hijo. Yo me preocupé mucho por esos sectores".
"Cada diciembre me anunciaban un saqueo y terminé mi mandato sin ninguno y no es que tenía a los gendarmes en la calle reprimiendo, sino que me ocupé de que llegara el oxígeno que necesitaban. Después el problema se potencia con la inflación y como la inflación se mide en función del dinero que ingresa, y bueno, en esos términos la pobreza se potencia”, puntualizó.
Al enfatizar en los planes sociales, Alberto reveló que “le dijimos a las empresas que si tomaban a estas personas, nosotros les íbamos a seguir pagando plan”, pero las experiencias fracasaron “porque la gente prefiere quedarse con la seguridad del plan, antes que con la incertidumbre del trabajo”. A pesar de eso mencionó: “El sistema ese hay que revisarlo porque no es que la gente no trabaja, trabaja, pero no en blanco”.
Traspaso presidencial
Con respecto al cambio de mando del próximo 10 de diciembre, Alberto confirmó su presencia porque “es lo que corresponde”.
“Uno no es demócrata según le gusten los resultados de las elecciones, uno simplemente es demócrata y respeta las instituciones”, agregó sobre el traspaso del cargo al Presidente electo, Javier Milei.
Por último, el mandatario saliente compartió una larga reflexión al ser consultado sobre “cómo quiere que su presidencia sea recordada”: “Me gustaría que recuerden a un gobierno que de verdad soportó los cuatro peores años de la humanidad en este siglo, que soportó la pandemia, la guerra, la peor sequía y con una deuda impresionante y que heredamos un 54% de inflación, porque no es que teníamos la inflación en 0".
"Quisiera que sepan todos que tanto yo como todos los ministros que me acompañaron trabajamos todos honesta y lealmente. Que seguramente nos habremos equivocado, pero nos equivocamos honestamente. Nunca nos equivocamos en perjuicio de los más débiles y nunca nuestros errores favorecieron a los más poderosos, pero seguramente los hemos cometido y por esos no nos acompañaron en las elecciones. Quisiera que me recuerden como un hombre de la democracia que ha dado todo y solo se ha llevado el honor de ser el presidente de los argentinos”, concluyó después de casi 1.450 días en el Sillón de Rivadavia.