Otra vez, los "cuadernos de las coimas" reaparecen en escena. El fiscal Carlos Stornelli recibió seis -de ocho- blocs de notas que habrían sido escritas por el ex chofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno, con detalles del entramado de corrupción entre empresarios de la obra pública y funcionarios kirchneristas, con Cristina Kirchner a la cabeza.

En las anotaciones hay especificaciones de viajes, citas, encuentros y entrega de bolsos con dinero.

Según La Nación, Stornelli -imputado por el caso de D'Alessio- habría reconocido los cuadernos como originales, pese a que en su declaración Centeno había dicho que "los había quemado". Quien entregó las anotaciones a la Justicia fue Diego Cabot, periodista de La Nación.

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A continuación, las 4 cosas que tenés que saber sobre la causa de los Cuadernos.

Sobre la causa judicial

El 20 de septiembre de 2019, el juez Claudio Bonadio envió a juicio oral la “causa de los cuadernos”, con imputaciones para la ex presdienta Cristina Kirchner, como la responsable de “comandar” una asociación ilícita junto a su marido fallecido Néstor Kirchner entre 2003 y 2015, cuya finalidad fue “organizar un sistema de recaudación de fondos para recibir dinero ilegal”.

De acuerdo a la acusación que figura en el expediente, ambos “aprovecharon su posición como funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional”.

También figuran como acusados de integrar la asociación ilícita el exministro de Planificación Julio De Vido, el ex secretario de Obras Públicas José López, el subsecretario Roberto Baratta y el ex chofer de éste último, Oscar Centeno. Tanto López, como Baratta y Centeno se adjuntaron a la figura de “imputado colaborador”.

Además, Bonadio imputó por el delito de cohecho a 30 empresarios ligados con negocios de la obra pública.

¿Cambia la situación judicial con la aparición de los supuestos originales?

En principio, no. Es que luego de la decisión de Bonadio de enviar la causa a juicio oral, el lunes pasado la Cámara Federal de Apelaciones de la Ciudad mantuvo firme la disposición de Bonadio de dar por cierto el acuerdo con los “arrepentidos”.

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En otras palabras, la Cámara da por válida la información surgida del testimonio de los arrepentidos, entre ellos, las “fotocopias” del cuaderno que habría escrito Centeno.

En el fallo, los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi indicaron que “la información que han proporcionado (los arrepentidos)” tienen “verosimilitud y utilidad”.

El testimonio de Diego Cabot

En la nota de La Nación, una llamada anónima y un breve encuentro en Núñez , Cabot relata cómo llegó a obtener nuevamente los cuadernos. "El martes, en un momento sonó mi teléfono, era una llamada que no tenía identificación, y alguien me preguntó si estaba en Buenos Aires para recibir documentación", relató el periodista.

“Quedamos en una esquina”, explicó Cabot, y agregó que una vez en contacto con un hombre (“apróximadamente de 60 años”) "sacó una bolsa de una mochila" y se la dió.

"Me dijo: 'Yo me tengo que volver al centro', agarró su mochila y se fue. Fueron 30 segundos. Vi que eran seis cuadernos", completó.

diego cabot

Cabot aclaró que que todavía "faltan dos" cuadernos de los que él tuvo en su poder. "De la numeración del 1 al 8 que hicimos en su momento, faltan el 3 y el 5", explicó.

El periodista de La Nación se presentó en la fiscalía de Carlos Stornelli, quien fue el encargado de llevar a cabo la investigación el año pasado. Además, Cabot aceptó declarar ante el fiscal y, según indicó, dió el mismo relato que en su nota firmada.

La situación de Centeno

Oscar Centeno, el chofer del ex secretario de Obras Públicas Roberto Baratta, había sido uno de los primeros en amparase en el acuerdo de “imputado colaborador”.

Luego, según se supo, el ex militar había quedado en bajo el Programa de Protección a Testigos. El juez Bonadio, luego de aceptar el acuerdo, lo imputó como parte de la “asociación ilícita” de funcionarios públicos y empresarios.

Tal como figuró en varias crónicas de medios de comunicación, Centeno habría asegurado que los cuadernos “los había quemado”. Sin embargo, si se confirma la aparición de las anotaciones originales, hay una contradicción en el relato del “arrepentido”.

Un letrado penal –que prefirió no dar su identidad- explicó a El Canciller que, de acuerdo a la ley Ley 27.304, aquel “colaborador” que proporcionase información falsa o datos inexactos será “reprimido con prisión de cuatro a diez años” y “con la pérdida del beneficio concedido”.