En uno de los pasillos de Casa Rosada, Agustín Rossi habla por teléfono. El reciente ministro de Defensa esperaba que Alberto Fernández y Cristina Kirchner suban al escenario para dirigirse a la multitud que aguarda en Plaza de Mayo. En diálogo con El Canciller, Rossi no esquivó ningún tema: Máximo Kirchner, la designación y la gestión de Oscar Aguad.

¿Qué expectativas tiene para comenzar, de nuevo, en el Ministerio de Defensa?

Las mejores. Lo que siento es una enorme responsabilidad para seguir haciendo una tarea que conozco, que empecé hace unos cuantos años atrás. Y que tengo muchas ganas de continuar. Me siento honrado por esta convocatoria que me ha hecho el Presidente para que lo acompañe. Yo fui el último ministro de Defensa de Cristina, pasaron cuatro años que estuvimos en la oposición y vuelvo como ministro de Defensa. Osea que tan mal no debo haber hecho las cosas.

-En ese sentido, ¿cómo valora la gestión de Aguad al frente de Defensa?

Es una gestión muy difícil de evaluar. Estuvo cruzada por el Ara San Juan. Empieza y termina con el hundimiento del submarino. Y es algo que no se resolvió aún. La actuación de Aguad en esa crisis fue deficitaria: veíamos peleas entre el Ministro y el jefe de la Armada, una falta de atención a los familiares, sin diálogo, sin contención, una búsqueda que se generó por presión de los propios familiares, un sumario que no se terminó. Ahora es turno de ver lo que se hizo, lo que está bien continuarlo y lo que está mal, cambiarlo. No voy con preconceptos.

-Dejó la jefatura de la banca del Frente de Todos para darle lugar a Máximo Kirchner. ¿Cómo lo ve para afrontar ese desafío?

Creo que tiene todas las posibilidades de ser un excelente presidente de bloque. Es un dirigente político con muchísima potencialidad. Tiene sólo 41 años. Y es el líder de una organización política como La Cámpora, y ahora tiene la posibilidad de demostrar de ser un excelente presidente de bloque. Tiene todo para hacerlo y estoy convencido que lo va a hacer.

-¿Qué desafíos afrontará el Gabinete en estos cuatro años?

No hay desafío más importante para una gestión, para un gobierno, que no sea mejorarle la vida a la gente. Uno es presidente, funcionario para hacerle la vida más fácil a la gente. Fue exactamente lo contrario que hizo Macri.