"Mienten los que dicen que tenían los resultados correctos"
Tras las derrotas en las elecciones primarias, la figura de Jaime Durán Barba, el asesor político de Mauricio Macri desde hace más 10 años, quedó debilitada: lo señalan como uno de los principales responsables de la derrota y lo culpan por asegurarle al Presidente, hasta último segundo, que había una paridad y polarización con Alberto Fernández. Se guio por las encuestadoras y no supo anticipar lo que esa noche mostraron las urnas.
En su columna de este domingo en Perfil, el asesor ecuatoriano criticó duramente a las encuestadoras para justificar su error, aunque aseguró que “por el momento no tienen reemplazo”.
“Hace una semana tuvimos la pedantería de confiar en los resultados de todas las encuestadoras que trabajan en el país”, lanzó.
“Se equivocaron todas las encuestas, con todas las metodologías posibles, y lo hicieron en una misma dirección. Mienten los que dicen que tenían los datos correctos y los guardaron o que con maromas estadísticas demuestran que acertaron. Hay que aceptar lo que ocurrió, hacer una autocrítica y encontrar explicaciones racionales para el fenómeno”, agregó el asesor que acompaña a Macri desde 2005, antes de que fuera Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CABA).
Desde entonces y hasta hace una semana, Durán Barba era el asesor estrella. Con el resultado todo cambió. Tras irse a Ecuador (algunos aseguran que el viaje estaba programado), el consultor regresará al país este martes, aunque dudan si volverá a reunirse con el Presidente.
Este domingo, el diario Clarín aseguró que la relación está rota y el diálogo está interrumpido.
Previo a las primarias, la gran mayoría de las consultoras pronosticaba una derrota, pero dentro de márgenes que iban desde los tres a los seis puntos. Incluso, las consideradas “más pro K” arriesgaron hasta un ocho. Nadie se imaginaba, finalmente, los 15 puntos de diferencia.
Más allá de esto, Durán Barba reconoce que por el momento las encuestadoras no tienen reemplazo. “Cuando se cae un avión no es inteligente clausurar los aeropuertos y comprarse un caballo. Hay que colaborar para que los aviones mejoren”, completó.