La confirmación de la paralización de las ventas de granos entre el lunes 11 y el miércoles 13 de enero, decidido por la Mesa de Enlace, profundiza la grieta entre el campo y el Gobierno. También la Mesa se divide ante la decisión de Coninagro de no sumarse a la acción de fuerza.

"Es una medida para llamar la atención y descomprimir el enojo de los productores", sostuvo Carlos Achetoni, titular de la Federación Agraria Argentina (FAA). Además, aclaró que el paro se realizará por la "decisión unilateral del Gobierno".

A su vez, destacó que el paro no provocará desabastecimiento: "No queremos que con el maíz suceda como con el trigo o la carne, que se cerró la exportación y eso perjudicó a la producción y en especial a los pequeños productores".

Integrantes de la Mesa de Enlace. Foto NA: JUAN VARGAS

Achetoni afirmó esta mañana que "el país necesita el ingreso de divisas" y expresó su intención de "dialogar para poder llegar a la mejor salida a este conflicto". Sin embargo, en diálogo con Delta, se mantuvo firme en la defensa del paro.

También el titular de la Sociedad Rural, Daniel Pelegrina, habló esta mañana sobre la situación. "Suspender las exportaciones es una pésima señal al mundo" y defendió la necesidad de exportar más. Además, expresó: "Estamos en un proceso parecido al de la 125".

Para Pelegrina, la suspensión de las exportaciones "es un camino que ya se probó y va al fracaso". Por eso, exigen que el Gobierno de marcha atrás en su decisión.

Además de Achetoni y Pelegrina, Jorge Chemes, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), promueve el paro de 72 horas en respuesta al cierre de las exportaciones de maíz (hasta que ingrese la nueva cosecha en marzo).

Pese a que la Sociedad Rural se adhirió a la acción de fuerza, el titular de la entidad de Córdoba, Pedro Salas, manifestó su descontento con la decisión. "Hoy los grupos exportadores están contra los 45 millones de argentinos", dijo en diálogo con AM 530.

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En la vereda de enfrente, el Presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, dijo en AM 1030: "No estamos a favor del juego libre del mercado y la demanda porque castiga al consumidor y al productor, pero tampoco de un Estado que intervenga de forma autoritaria".

Además, destacó que no se debe llevar adelante la medida de fuerza por la situación compleja que atraviesa Argentina. "No es momento de parar, pero sí de reclamar. No adherir al cese de comercialización es una medida a favor del país, no a favor del Gobierno", expresó Iannizzotto en un comunicado.