Un niño de 10 años que cursa cuarto grado de la primaria ingresó con un revólver calibre .22 a la escuela N°157 de la localidad bonaerense de Virrey del Pino, en La Matanza, donde un compañero advirtió sobre la peligrosa situación y lo comunicó a las autoridades, que llamaron inmediatamente a la policía. Al brindar las explicaciones del caso, la mamá del menor señaló que el arma pertenecía a un grupo de amigos del hermano y que "la tomó sin permiso".

Las fuerzas de seguridad constataron que la pistola, que se encontraba en la mochila del menor, no estaba cargada, mientras que los directivos del colegio informaron que ningún estudiante corrió peligro.

"Queremos llevar tranquilidad a todos ustedes y recordar que la institución trabaja bajo las políticas de cuidado para resguardar la integridad de cada niño que se encuentra bajo el cuidado de los adultos", expresó la escuela a través de un comunicado.

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Por su parte, la madre del niño explicó que el arma no servía para nada y que se la entregó una banda de amigos del hermano: "Echamos a esos chicos de casa y la pistola la tenía guardada en mis cosas y la tomó sin permiso".

"Pido mil disculpas a todas las personas que se sintieron afectadas por lo que pasó", agregó la adulta responsable del nene en cuestión.

El caso ya es investigado por la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil  2 de La Matanza y está a cargo de Juan Pablo Insúa. La Justicia incautó el revólver, para analizarla y dar con su procedencia.

El nombre de la carátula quedó como "averiguación de ilícito", mientras que evaluará también de qué forma llegó la pistola efectivamente a las manos del niño, quien es inimputable por su minoría de edad. La madre debió asistir a la comisaría para firmar un acta respecto de la causa en curso. 

Un hecho parecido ocurrió en abril pasado en González Catán, donde un estudiante de tercer año de la secundaria llevó un arma al colegio Nuestra Señora del Hogar. En esa oportunidad existieron denuncias de que el adolescente habría manifestado a sus compañeros que iba a llevar a cabo una masacre.