El estado de alerta continúa en las entidades judías del país y del mundo por la tensión generada a raíz del conflicto en Medio Oriente entre Israel y el grupo terrorista Hamas, arraigado en la Franja de Gaza. En ese marco, trascendió que este jueves por la tarde la Policía Federal detuvo a un ciudadano iraquí que hablaba por teléfono frente a la embajada de Israel en Buenos Aires y que poseía documentación argentina falsa. 

El caso, que es investigado por la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Guillermo Marijuan, disparó una nueva alerta para reforzar aún más la seguridad de los templos y edificios de la comunidad judía en Buenos Aires, a pesar de no haber sido una amenaza directa a la sede diplomática.

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El sábado 7 de octubre, el día que estalló el conflicto en Oriente Medio, el presidente Alberto Fernández había ordenado reforzar la custodia de objetivos judíos en el país, lo que fue confirmado por la portavoz Gabriela Cerruti.

Además de la detención del ciudadano iraquí, el jueves hubo una amenaza de bomba en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), aunque “no incluyó la evacuación de las personas que estaban en ese momento en el edificio”, señalaron desde las redes sociales de la entidad.

Apenas un día antes, el miércoles, el centro porteño estuvo conmocionado por otra amenaza en las embajadas de Israel y Estados Unidos. 

Poco después de las 10 de la mañana de ese día, se conoció que la intimidación a la sede israelí llegó a través de un mail con el siguiente mensaje: “Amenaza de bomba en la Embajada: judíos los vamos a matar a todos”. 

El día siguiente, tras un allanamiento ordenado por la Justicia Federal, la división antiterrorismo de la Policía Federal confirmó que arrestó a un sospechoso, acusado de ser el autor de esas intimidaciones.