Las calles de Rosario, epicentro de una ola de violencia que atemoriza a la población, amanecieron nuevamente desiertas y sin transporte luego de que en la noche del lunes al menos tres colectivos fueron atacados, lo que derivó en un nuevo paro de choferes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), al cual se sumaron en solidaridad los taxistas, por lo que no habrá transporte en la ciudad santafesina. 

Según constataron medios locales, los hechos se dieron en simultáneo durante las últimas horas, por lo que se investiga si se trató de una acción de amedrentamiento coordinada.

"Este martes no habrá colectivos en Rosario. Como consecuencias de estas agresiones a partir de las 22:30 se procedió a realizar la retención de tareas que implica que no habrá servicios en el transporte urbano e interurbano de Rosario".

Además, los taxis decidieron sumarse a la medida de fuerza, por lo que Horacio Yannotti, secretario general del Sindicato de Peatones de Rosario, explicó: "Mañana veremos en el transcurso del día cómo seguimos con esta situación tan lamentable que nos toca a vivir a todos los rosarinos. Es una decisión para resguardar la integridad de nuestros trabajadores".

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"Muerte a colectiveros, con nosotros no se juega", indicó una de las amenazas, que fue dejada en el asiento del fondo de un vehículo de la línea 110. 

La amenaza que se encontró en la parte trasera del interior del colectivo (Foto: NA).

Por otra parte, una colectivera de la 126 escuchó tres disparos cuando circulaba por las calles Crespo y Virasoro.

En tanto, un colectivo de la línea 143 urbana fue atacado en Batlle y Ordónez, en el barrio Las Flores. Según denunció el chofer, mientras hacía su recorrido regresando por la autopista sentido sur-norte, sintió un fuerte impacto el cual provocó un orificio en la puerta de ingreso de pasajeros y la rotura de la ventanilla del conductor. 

Un vidrio de una unidad estallado tras un impacto (Foto: NA).

Estos ataques se sumaron a los dos ocurridos en la madrugada del lunes, cuando se encontró una amenaza en un interno de la línea empresa Movi: "Hoy uno menos con la mafia zona oeste". 

Por fuera del ámbito del transporte, la familia del jugador de la Selección argentina Ángel Di María también fue intimidada en la víspera, cuando desde un auto gris se arrojó en el barrio cerrado en el que suele hospedarse el futbolista una bolsa negra con el siguiente mensaje: "Decile a tu hijo Ángel que a Rosario no vuelva más porque sino le cagamos matando un familiar. Ni Pullaro te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos".