Carlos Eduardo Robledo Puch, probablemente el asesino serial más tristemente célebre de la historia criminal en el país, pidió que la Justicia le aplique la pena de muerte, al señalar que está "sufriendo condenadamente" sus dolencias físicas. 

"Lo único que ansío es que me metan en la sala de una clínica y me pongan una vía con suero para dormir profundamente, y que después me inoculen el veneno y me maten", aseguró en una entrevista con el canal América TV el autor de 11 crímenes, una violación, dos raptos y 17 robos.  

"El ángel de la muerte", de 73 años y que se encuentra detenido desde hace más de 50, sostuvo que sufre de "cuatro hernias, de la próstata, cataratas, artrosis, asma, pérdida de masa muscular y dolores en la columna, la cadera y la cintura".

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"Estoy sufriendo condenadamente", añadió sobre el calvario que vive tras las rejas. "No me van a dejar salir jamás en libertad… creo que te lo dije, fui claro. Jamás. Jamás me dejarán ir a ningún lado", concluyó Robledo Puch.

El criminal recibió una condena a prisión perpetua por cometer 11 crímenes entre el 15 de marzo de 1971 y el 3 de febrero de 1972, cuando apenas tenía 19 años.

Entre sus víctimas hubo nueve hombres y dos mujeres, a quienes asesinó a sangre fría por la espalda o mientras dormían. 

El múltiple asesino se encuentra alojado en la Unidad Penitenciaria N°26 de Olmos. En noviembre pasado, una resolución judicial lo autorizó a dejar ese penal de máxima seguridad y a pasar a un régimen abierto de detención. Sin embargo, Robledo Puch rechazó ese beneficio.