Todo sucedió el 29 de diciembre de 2017, entre las 5:10 y 5:15 de la madrugada, en la ciudad de Gualeguaychú. Luego de una fuerte discusión, y mientras circulaban en una moto de Fernando Pastorizzo, Nahir Galarza sacó de entre sus prendas la pistola calibre 9 milímetros de su padre, que era policía, le disparó en la espalda y lo remató en el piso. El 3 de julio de 2018, la entrerriana de 19 años fue sentenciada a prisión perpetua, convirtiéndose en la mujer más joven en recibir dicha condena en Argentina. 

Si alguna esperanza albergaba, esta se desvaneció el 2 de julio del año pasado, cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó su condena. Este jueves, la joven rompió el silencio en una entrevista con Canal 9 Litoral en la que señaló que "no tenía una relación de pareja estable" con la víctima y consideró haber recibido una sentencia "muy injusta".

"Se supone que la Justicia debe ser justa para todos. Yo vivo con chicas en el penal con condenas por lo mismo que yo y ninguna tiene perpetua", destacó. "Siento que quisieron demostrar que había mujeres que mataban hombres, como dando una sentencia ejemplar en contra de los movimientos feministas", comentó la entrerriana, que podrá salir en libertad en 2052, a los 54 años.

En otro tramo de la entrevista, reveló que no tenía "una relación de pareja" con Pastorizzo. "Yo no estaba en una relación de pareja. Fernando era uno de los chicos con los que yo salía, pero no teníamos un vínculo estable", subrayó antes de precisar que presentó muchas pruebas de la "violencia de género" que sufría de parte del joven, aunque nunca fue escuchada.

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Aludió, asimismo, a que durante el juicio hubo "muchas irregularidades". En ese sentido, aclaró que había aceptado hacerse cargo del hecho a cambio de obtener un juicio abreviado, ya que no había testigos ni pruebas concluyentes en su contra. 

Sobre este aspecto, recalcó que aceptó "cumplir una condena de 10 años", pero opinó que la mediatización del caso le jugó en contra. "Yo creo que había mucho morbo alrededor del personaje que habían creado de Nahir Galarza", apuntó.

"No porque lo diga yo, pero es la verdad. Ya había una condena social y mediática sobre mí, antes de la judicial. Por eso ni siquiera fui al veredicto, ya que sabía que me iban a condenar", enfatizó.

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Al ser consultada sobre sus dichos responsabilizando a su padre del hecho, Galarza afirmó que si su acusación no fue investigada en su momento, "no tiene sentido" repetirla.

Por el contrario, aseguró haber reestablecido el vínculo con su padre y haber hecho algunas amistades dentro de la cárcel. "Mis amigas y mi familia son mis pilares", reconoció.

Sobre el futuro, Galarza negó los rumores que indicaban que pensaba apelar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sin embargo, sostuvo que piensa "pedir la revisión" de su condena eventualmente y que, para eso, ahora se dedica a mejorar como persona.

"Trabajo, estudio, hago cursos, estudio idiomas, voy a la iglesia", explicó en la entrevista. "Para poder demostrar que sí tengo un cambio y ganas de salir", expresó.

Finalmente, deslizó un deseo para su futuro: "Me gustaría que la Justicia fuera justa conmigo también. No pierdo mis derechos de persona por estar acá. No pido nada fuera de lo común: los mismos derechos que los demás condenados".