La Justicia determinó que habrá dos juicios separados en el marco de la investigación por la muerte de Diego Armando Maradona, luego de aceptar la solicitud de la enfermera Gisela Madrid, quien tendrá un proceso por jurados, a diferencia del resto de los siete imputados que comparecerán ante un tribunal común desde octubre. 

En las últimas horas, la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de San Isidro aceptó "dar cumplimiento a lo dispuesto por la Sala III" e "implementar la modalidad de juzgamiento (juicio por jurados) establecida por el Tribunal de Alzada" a pedido de los representantes de Madrid. 

Con respecto al resto de los imputados, serán sometidos a un juicio regular desde las 9:30 del próximo 1° de octubre, cuando se buscará determinar cuáles fueron las diferentes responsabilidades en el fallecimiento del astro el 25 de noviembre de 2020, en un country de Bella Vista. 

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En total, son ocho los profesionales de la salud que están imputados en el caso, acusados por el delito de "homicidio con dolo eventual", cuyas penas van desde los ocho hasta los 25 años de cárcel. 

Además de Madrid, quien ahora comparecerá por su cuenta en el proceso diferencial, están en el banquillo la psiquiatra Agustina Cosachov, el neurocirujano Luciano Luque, los psicólogos Carlos Ángel Díaz, Nancy Edith Forlini, Mariano Ariel Perroni, el enfermero Ricardo Omar Almirón, y el médico Pedro Pablo Di Spagna.

Para la Justicia, hay elementos que prueban que, de algún modo, son en parte responsables del deceso del exjugador y exentrenador de la Selección nacional. Los siete acusados por fuera de la enfermera, serán juzgados por el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro.

Cabe recordar que la autopsia realizada al cuerpo del ídolo argentino constató un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada" y además, en su corazón descubrieron una "miocardiopatía dilatada". 

El pasado 5 de agosto, Luque y Cosachov fueron sobreseídos de una parte de las acusaciones que pesan en su contra, por considerarlas "prescriptas". Se trata de la supuesta falsificación de documentos, al primero por un pedido de la historia clínica con una firma adulterada de Maradona y, a la segunda, por un certificado médico donde expresaba que el astro futbolístico estaba "orientado y lúcido".