Detuvieron a Cristian "Guachín" Monje, el asesino del kiosquero de Mar del Plata, y lo trasladaron a Batán
El criminal se encontraba prófugo desde el lunes, cuando le disparó a quemarropa a Cristian Velázquez, de 50 años y quien en los últimos tiempos había sido asaltado nueve veces.
La Policía bonaerense detuvo este jueves en Mar del Plata a Cristian "Guachín" Monje, el autor material del asesinato del kiosquero Cristian Velázquez y quien se encontraba prófugo desde el lunes pasado. Un día más tarde había sido arrestado su cómplice, identificado como Ignacio Bustos Nieto.
Monje, de 34 años, fue arrestado en la calle República de Cuba, entre Mario Bravo y Benito Lynch, en las inmediaciones del lugar donde había sido capturado Bustos Nieto. Minutos después, fue trasladado a la Unidad Penal N°44 de Batán.
El asesino, que cuenta con varios "antecedentes penales", era una de las personas más buscadas de la ciudad balnearia, luego de aparecer en una cámara de seguridad que registró el momento en el que le disparó a quemarropa al kiosquero, quien en los últimos meses había sido víctima de nueve robos.
Debido al crimen, el ministerio de Seguridad bonaerense decidió el martes pasado echar a la cúpula policial de la ciudad, al no estar "conforme" con el accionar de las fuerzas de seguridad.
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Velázquez, de 50 años, fue asesinado el lunes último en un intento de robo, cuando atendía su kiosco en la avenida Jacinto Peralta Ramos. En abril de 2024, había sido noticia cuando, en otro asalto, sobrevivió de milagro gracias a que un paquete de chicles le sirviera como "chaleco antibalas".
A diferencia de las otras situaciones, en este caso dos delincuentes ingresaron al comercio y asesinaron de un balazo en la cabeza a Velázquez, quien se había agachado para buscar algo en el mostrador.
Cuando el Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) llegó al lugar de los hechos, el kiosquero ya había fallecido. Ambos sospechosos se manejaban en moto y fueron grabados por las cámaras de seguridad de la zona.
"Guachín" había sido encarcelado en 2020, luego de llevar a cabo un asalto "de extrema violencia", según medios locales, contra un padre y su hijo. El delincuente se llevó un auto lleno de objetos de valor y luego lo incendió. Sin embargo, una huella dactilar lo delató y así fue como la Justicia lo sentenció a seis años de prisión.