Crimen del country de Pilar: tras casi un mes de investigaciones, detuvieron a una empleada doméstica
Se trata de Rosalía Paniagua, quien había sido la última persona en ver con vida al ingeniero Roberto Wolfenson y ya había prestado declaración como testigo. Varios elementos incorporados a la causa complican su situación.
Después de casi un mes de investigaciones, la Policía detuvo en las últimas horas a una empleada doméstica en la causa que investiga el crimen de Roberto Wolfenson, el ingeniero de 71 años asesinado presuntamente el 22 de febrero pasado en su casa del country La Delfina, situado en la localidad bonaerense de Pilar.
El arresto de Rosalía Paniagua fue concretado por la DDI de Pilar, después de que surgieran fuertes sospechas de que la mujer está vinculada con el hecho.
Según fuentes de la investigación, desde enero Paniagua reemplazaba temporalmente a la empleada doméstica del ingeniero y, al parecer, aquel jueves terminaba su suplencia ante el próximo regreso de quien ejercía habitualmente esa función.
De acuerdo a la pesquisa, a la mujer se le encontró en su casa un parlante bluetooth rojo, que fue reconocido por la viuda de la víctima como propio. El móvil del crimen habría sido el de robo.
Las fuentes, no obstante, indicaron que las imágenes de las cámaras de seguridad y el rastreo de las comunicaciones de la mucama, todo en poder del fiscal Germán Camafreitas, que lleva adelante la investigación, también complican a Paniagua.
Wolfenson vivía en ese country con su esposa, Graciela Orlandi, quien esa semana se encontraba con su hija en la costa atlántica. Los investigadores sospechan que murió el 22 de febrero, porque usaba asiduamente su celular y el dispositivo emitió señal por última vez ese día a las 14.20. Tampoco asistió al gimnasio horas después y no contestó las llamadas de sus amigos, preocupados por su ausencia.
Sin embargo, la autopsia realizada al cadáver reveló que la data de muerte está ubicada entre las 13 y las 16 del viernes 23.
Al declarar como testigo, Paniagua aseguró que aquel jueves 22 trabajó con normalidad en la casa del ingeniero, y cerca de las 14 salió del country y tomó un colectivo hasta la estación de trenes de Derqui. Una vez allí, se sentó en uno de los banquitos a esperar una de las formaciones, hecho que comprueban las cámaras de seguridad de la empresa Trenes Argentinos.
El cadáver, ensangrentado y con signos de ahorcamiento, fue encontrado el viernes 23 por el profesor de piano que impartía clases al ingeniero.