A casi dos meses del asesinato del Fernando Pérez Algaba, cuyo cuerpo fue hallado descuartizado dentro de una valija en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, el fiscal que investiga el crimen del comerciante, Marcelo Domínguez, pidió este lunes la prisión preventiva para los siete detenidos en la causa, según informaron fuentes judiciales a Télam. En tanto, uno de los imputados, Maximiliano Pilepich, declaró por primera vez y acusó a su amigo Nahuel Vargas de haber matado al hombre de 39 años.

Además de Pilepich y Vargas, el pedido que Domínguez realizó ante el juez de Garantías 4 de Lomas de Zamora, Sebastián Monelos, alcanza a Matías Ezequiel Gil, Luis Alberto Contreras, Horacio Mariano Córdoba, Flavia Lorena Bomrad y Fernando Gastón Martín Carrizo. Todos están acusados por el delito de “homicidio cuádruplemente agravado por el empleo de arma de fuego, por concurso premeditado de dos o más personas, por alevosía, por placer y codicia”.

Respecto a la declaración de Pilepich ante el fiscal Marcelo Domínguez, el imputado afirmó que el 18 de julio pasado, cuando los tres exsocios se encontraban en una de las oficinas del predio “Renacer”, en el partido bonaerense de General Rodríguez, observó a Vargas “desencajado con una pistola en la mano”. Según el imputado, al ver a Pérez Algaba en el piso ya fallecido, el presunto asesinó le aseguró: “Este hijo de puta no daba para más”. 

Por su parte, en su declaración, Vargas acusó a Pilepich de haber asesinado por la espalda al comerciante y sostuvo que, luego del crimen, el presunto asesino le había dicho: “Ya está, no aguantaba más, hay límites”, en referencia a las exigencias de Pérez Algaba por el pago de una deuda.

Sin embargo, Pilepich aseguró en su indagatoria que no tenía ninguna deuda económica con la víctima y que el crimen lo cometió Vargas por celos. “Fernando estaba cambiando unas lamparitas y (Vargas) le pegó dos o tres tiros, no sé dónde se los pegó. Dijo que se le había nublado la vista y le disparó”, declaró el empresario. A su vez, agregó que “cuando recibió los disparos”, Pérez Algaba “saltó y atravesó una ventana y quedó tirado a unos metros de la casa”.

Según la investigación a cargo del fiscal Domínguez, Pilepich había citado a Pérez Algaba en el predio “Renacer” de General Rodríguez el pasado 18 de julio, donde la víctima llegó junto a Vargas en una camioneta Range Rover Evoque blanca.

El comerciante, conocido como “Lechuga”, iba a cobrar una deuda de 50 mil dólares que mantenía con Pilepich, quien llegó al lugar en una camioneta Mercedes Benz G500. Desde entonces, no se supo más nada del empresario, cuyo cuerpo fue hallado descuartizado unos días después.