Néstor Aguilar Soto fue condenado este miércoles a prisión perpetua por el femicidio de su amiga Catalina Gutiérrez, ocurrido el año pasado en la ciudad de Córdoba. El rionegrino fue hallado responsable del delito de "homicidio calificado por mediar violencia de género y criminis causa". La sentencia fue dictada por los jueces Susana Frascaroli, Horacio Carranza y María Rojas Moresi, del Tribunal II, tras el veredicto emitido por un jurado popular.

El hecho ocurrió el 17 de julio de 2024, cuando el barilochense de 22 años se encontró con la influencer en su vivienda, la asesinó y posteriormente colocó su cuerpo en su auto y en un descampado le prendió fuego, 

Este martes, durante el juicio oral, Soto confesó el crimen, pero intentó desligarse de la figura de femicidio. "Yo soy un homicida, pero quiero defenderme: no soy un femicida", declaró.

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En un testimonio que heló la sangre, Soto contó que el día en el que se produjo el crimen discutió en su casa con Catalina, quien, de acuerdo a su relato, le reprochó no haberla invitado a una reunión con amigos de la facultad de Arquitectura, mientras él terminaba de arreglarse. "Le comenté que me iba a cambiar la ropa y me dijo 'dale, culiado, encima de que no me invitás, te tengo que esperar'", señaló.

"Me acuerdo de que le contesté mal, me enojé y le dije ‘tomátela’. Ahí ella me contestó: ‘Nesti, no podés ser tan pelotudo’. Y me pegó una cachetada", continuó el oriundo de Bariloche, al tiempo que él le retrucó con otro golpe: "Le dije: ‘Cati, me fui a la mierda, perdón’. Ella me dijo ‘pelotudo, me pegaste re fuerte’, me agarró de la remera y estábamos los dos en el piso peleando".

En ese instante, Soto contó que le aplicó una maniobra de estrangulamiento hasta que la joven de 21 años quedó inconsciente. "Ella estaba en el piso y me toca el cuello. Era una práctica que hacíamos antes. Ella me apretó fuerte la nuez y ahí se me apagó la tele. Ahí arranca Néstor Soto loco. Le agarro las manos, se las zafo y hago la maniobra del mataleón. Lo hice fuerte y lo dejé de hacer. No es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción", completó.

Posteriormente, siempre de acuerdo a su relato, contestó algunos mensajes desde el celular de su víctima, subió el cuerpo a su auto y lo abandonó en un descampado del barrio Ampliación Kennedy. De hecho, también contó que intentó prenderse fuego junto al cadáver, pero no logró concretarlo. "Ahí es cuando no me dieron los huevos, el fuego avanzaba paulatinamente y arranqué a caminar", detalló.

"Perdón por no haber tenido los huevos en el momento de decir que maté a una persona. Cuando llegué a la comisaría, vi al papá, a la mamá y a la hermana y dije: ‘Ni en pedo hablo acá’. Seguí mintiendo. Dicen que se me vio nervioso", confesó.

Durante la audiencia de este miércoles, Eleonora Vollenweider, madre de Catalina, le habló directamente al asesino, que no levantó la mirada: "Me gustaría que me miraras Néstor, mirame. No te voy a volver a ver. Lamento tanto el día que Catalina te conoció". Además, le recriminó: "Mi hija está en un cajón por culpa tuya".