Tras la definición de la Justicia luego de las declaraciones de José Florentín, Braian Cufré, Abiel Osorio y Sebastián Sosa por la denuncia de abuso sexual realizada por una joven de 24 años en Tucumán, el arquero uruguayo salió en libertad tras pagar una caución de 50 millones de pesos. Al retirarse del juzgado, el futbolista aseguró: "Confío plenamente en la Justicia de Tucumán, soy inocente y lo único que quiero es que se sepa la verdad de todo esto". 

El jugador de 37 años vivirá el proceso en su casa en Buenos Aires, después de que se efectivizó el beneficio que lo dejó libre este mediodía. Viajará en las próximas horas desde la provincia norteña, según confirmó a El Canciller su abogado defensor, Ernesto Baclini

Sosa está imputado como partícipe secundario del abuso sexual agravado, por lo que se enfrenta a penas que van desde los ocho hasta los 20 años de cárcel, aunque por su grado de participación, de probarse, el castigo podría ser menor al que le correspondería a sus compañeros, quienes seguirán con prisión domiciliaria en Tucumán. 

Florentín y Cufré están acusados por "abuso sexual agravado por la participación de dos o más personas", mientras que Osorio por "abuso sexual simple". Es por eso que, el último lunes, la jueza Laura Casas ordenó prisión preventiva con arresto en domicilio para ellos tres. 

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Conforme al relato del exIndependiente, todo habría empezado luego del partido entre Vélez y Atlético Tucumán por la Copa de la Liga. Cuando la periodista deportiva entró a la habitación 407 a la que había sido convocada, se encontró con los cuatro futbolistas y, según declaró Sosa, preparó unos tragos: "Yo estaba en otra onda, en otro ambiente. Era el que ponía la música, mientras tanto me hablaba con mi señora que estaba en un cumpleaños, entonces era un ida y vuelta de mensajes con ella. No estaba prestando atención a lo que ellos conversaban, aunque participaba de alguna que otra charla. Así estuvimos una hora y media".

"Ella me pide para bañarse a lo que yo le digo que no había ningún problema, porque no veía nada extraño en esa situación. Cuando sale estaba en corpiño. En ningún momento la vi incómoda, es por eso que yo le digo por mensaje que siempre la vi bien", aseguró en concordancia con sus compañeros. 

Por último, Sosa remarcó que "estaba con sueño y ganas de dormir", pero que tiempo después, despertó cuando escuchó "conversaciones": "Volteo a mirar y no había nadie. Seguí durmiendo hasta que ella vino y alumbró buscando su ropa". 

"Toda esta situación me descoloca porque no esperaba vivir esto, no me parece tener que estar viviendo esto solo por hacerle una invitación a una persona a que venga a tomar algo, me parece que es demasiado lo que está viviendo uno solo por invitar a alguien a tomar, por una simple invitación con un mensaje. Nunca intenté engañarla, nunca le dije que la llamaba para una entrevista, nunca intenté presionarla, están clarísimas las conversaciones en los chats", culminó.