"Todos los que defienden a estas lacras son igual o peores que los mismos pedófilos", escribió en su cuenta de X el influencer Brandon Joaquín Maldonado, líder de la banda "Caza-violines" cuyo particular modus operandi consistía en hacerse pasar por menores de edad en las redes sociales y atraer a hombre adultos, a los que secuestraban y torturaban, mientras transmitían la supuesta reprimenda en vivo. Ellos consideraban que hacían "justicia por mano propia", ahora están detenidos y enfrentan penas de hasta 25 años de cárcel por su violento accionar. 

El grupo estaba compuesto por cuatro hombres y una mujer de entre 17 y 29 años. Todo el material que filmaban lo subían a YouTube -donde tienen 425.000 suscriptores- y a Instagram, donde acumulan otros 80.000 seguidores. Cayeron por la denuncia de una de sus víctimas, que acudió a la Policía para contar lo que le había pasado.

El ciudadano venezolano de 42 años, quien fue "capturado" por la banda, narró que, en primera instancia se había contactado con una usuaria que alegaba tener 21 años y que, al continuar la conversación, deslizó que en realidad tenía 13. Pero todo era mentira.

El sujeto acudió -en el marco del engaño- a un departamento ubicado en Corrientes al 4300, en el barrio de Almagro, y fue recibido por la mujer, que lo invitó a subir. Allí lo esperaba el resto de la banda, que lo torturó y lo filmó para viralizar ese contenido. También compartieron con los miles de espectadores los números de teléfono de sus contactos.

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Luego de un calvario de más de dos horas, el ciudadano venezolano fue liberado por la banda. No sólo lo agredieron físicamente, sino que lo obligaron a comer materia fecal, de acuerdo a lo que puede verse en el propio video. A pesar de que lo amenazaron para que no hablara, acudió a las autoridades policiales y contó lo vivido. Esa denuncia fue clave para atrapar a los "Caza-violines".

Según lo recopilado, la única participante femenina de la banda se encargaba de hacerse pasar por una menor y, a través de las redes o aplicaciones para citas, conseguía atraer a adultos para luego torturarlos en departamentos de alquiler temporario entre todos los integrantes del supuesto grupo "justiciero". Los videos en cuestión -que aún están subidos- muestran, cómo les propinaban golpizas, los obligaban a decir cosas y les metían la cabeza en el inodoro, entre otras vejaciones.

Producto de la investigación, las autoridades lograron dar con una camioneta en la que se movían y, tras un allanamiento, encontraron armas de aire comprimido, municiones, máscaras y elementos adhesivos que usaban al secuestrar a las víctimas y podría verse cómo usaban en las diferentes transmisiones. También secuestraron más de 20 celulares, chips, cámaras y consolas de videojuegos.

Todos los implicados fueron detenidos e incomunicados, y el menor fue trasladado al Instituto Inchausti. Ahora, los investigadores intentarán identificar más víctimas a partir del material existente, que seguirán analizando.

Pesa contra los detenidos un cargo por privación ilegítima de la libertad, que está agravada por violencia, cantidad de personas y por obligar a la víctima a hacer o tolerar actos en contra de su voluntad. La pena por este delito es de entre 10 y 25 años de prisión. Además, por haber incluido a un menor en el grupo el castigo podría ser aún más estricto.