El paro general convocado por la totalidad de los sindicatos, contra las políticas económicas implementadas por el Gobierno nacional, se sintió con fuerza en todo el país y descubrió a las calles de la ciudad de Buenos Aires deshabitadas.

Sin embargo, quienes no acataron la medida de fuerza y abrieron sus puertas al público fueron los supermercados chinos, que aprovecharon el cierre de la mayoría de las sucursales en las grandes cadenas y no cesaron sus ventas.

"Ha venido mucha gente en el día de hoy. Abrimos porque necesitamos vender, no podemos perder una jornada de trabajo", explicó Jow, encargado del autoservicio ubicado en la avenida Rivadavia 5500, en el barrio de Caballito.

Como aditamento a la necesidad de ventas, en abril de este año, el presidente Mauricio Macri había señalado el trabajo del gobierno para combatir la "evasión” de cadenas ligadas a supermercados chinos y los consideró como una competencia ilegal frente a las grandes cadenas de supermercados.

La fragilidad de la economía nacional que atenta contra los pesificados no les es ajena a los autoservicios, y las proyecciones que postulan una contracción del consumo masivo en 1,2% genera dolores de cabeza en sus gerentes.

De esta manera, los comercios minoristas iniciaron su trabajo desde temprano y, de forma abstracta, se sumaron al #YoNoParo, hashtag que fue tendencia esta mañana en Twitter.