En línea con la teoría que Jaime Durán Barba viene esgrimiendo desde mucho antes que iniciara la campaña, tanto Joaquín Morales Solá como Ricardo Kirchsbaum puntualizaron en sus columnas dominicales sobre la insuperable polarización y la imposibilidad de que una tercera fuerza irrumpa en la escena electoral. Roberto Lavagna, que previo a oficializar su candidatura se constituía como alternativa, parece haber perdido la batalla antes del primer test.

"La grieta, más profunda que nunca". El título que utilizó el editorialista de La Nación para graficar el contexto que antecede a las PASO es el que entregan todas las encuestadoras de opinión pública. La pugna entre Mauricio Macri y Alberto Fernández concitaría, en las PASO, más del 80% de los votos.

Tal escenario también expone el periodista de Clarín, quien sostiene que "Lavagna ha quedado atrapado en la grieta que él quiere superar y su caudal puede verse amenazado aun más por la pulsión del voto útil". Según los últimos sondeos, el binomio del exministro de Economía y Juan Manuel Urtubey no alcanzaría los dos dígitos.

Unos meses atrás, las proyecciones del economista, que se consolidaba como el dirigente con mejor imagen positiva, eran bien distintas.

Con índices de inflación superiores al 4%, el Gobierno nacional tenía por delante una cuesta empinada, que de a poco, con la estabilización cambiaria y la tenue desaceleración en la suba de precios, comenzó a escalar. Por su parte, Cristina Fernández de Kirchner jugaba al misterio con su candidatura y el extinto Alternativa Federal, que apuntaba a una gran interna presidencial entre Lavagna, Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto, soñaba con el ballotage.

Como si hubieran sido maniobras premeditadas, los dos extremos de la grieta fueron funcionales a dinamitar aquel espacio. Como si hubieran visto una real amenaza. Cristina le cedió el protagonismo a Alberto Fernández, que se ocupó de repatriar a Massa. Macri sorprendió con una jugada audaz y le birló a la avenida del medio su principal armador. 

Apuntes de Morales Solá y Kirschbaum: una grieta insuperable y la caída del proyecto Lavagna

Lavagna, que se erigía como el candidato del Círculo Rojo unos meses atrás, también actuó en favor del escenario actual. Desistió de conformar el espacio que habían creado Massa, Urtubey, Pichetto y Juan Schiaretti por considerar que no reunía a todos los actores y partidos que él pretendía

"Si agachamos la cabeza y firmamos, tenemos un programa como el de ahora. Si lo usamos con fines populistas y llenamos las calles de gente contra el Fondo, probablemente nos aislemos del mundo", sostuvo esta tarde en diálogo con Radio Con Vos, al ser consultado por la renegociación de la deuda, uno de los principales activos de su campaña, dado que fue quien se encargó de negociar con el FMI en el 2003, bajo el gobierno de Néstor Kirchner.

"¿Los vas a dejar volver? ¿Los vas a dejar seguir?", fue el lema elegido por Consenso Federal para traspasar la polarización. Según indican todas las encuestadoras, su objetivo inicial quedará muy lejos. Marco Lavagna, en Canal 26, graficó el escenario: "Lamento que no se haya sumado más gente a la tercera vía".