El proyecto “Ponto Firme” nació y creció en la cárcel, hasta alcanzar proporciones inimaginables. Enseñar el oficio de tejer al crochet a hombres privados de su libertad, una técnica históricamente relacionada al ámbito de lo femenino, pudo poner en evidencia sus resultados el pasado 21 de abril en la Semana de la Moda de San Pablo, cuando se presentó una colección compuesta íntegramente por piezas confeccionadas por reclusos de la cárcel Adriano Marrey. 

Moda en la prisión: un proyecto inclusivo que llega a la Fashion Week de San Pablo

Fuente: Vogue BR

La institución penitenciaria, ubicada en la región metropolitana de San Pablo, es el espacio en donde se sembró esta idea gracias a la iniciativa del profesor y modisto Gustavo Silvestre. La llegada del trabajo de los internos a un universo elitista como es la industria de la moda ha generado revuelo, pero también visibilidad. Así es como circula en YouTube un video que recoge testimonios de los participantes en donde se puede observar a hombres de cara curtida afirmar que “el hilo y la aguja son mis nuevas armas" o que “el crochet ayuda a luchar contra nuestra ansiedad y hace que pase el tiempo".

Moda en la prisión: un proyecto inclusivo que llega a la Fashion Week de San Pablo

Fuente: Vogue BR.

La colorida colección, compuesta por 45 piezas realizadas por 19 internos, incluye camperas, vestidos, abrigos largos, ropa de playa, y también gorras, bolsos y zapatos. El desfile de “Ponto Firme” se abrió con un maniquí vestido con el uniforme de la prisión, un gesto para crear impacto y visibilidad de las condiciones de producción de la ropa que los espectadores estaban por apreciar. La música del desfile fue por el mismo camino: los sonidos de las rejas de las celdas y otros sonidos de la cárcel formaron parte de un montaje que apostó por la incomodidad en el espectáculo.

Moda en la prisión: un proyecto inclusivo que llega a la Fashion Week de San Pablo

Fuente: FFW.

El diseñador Gustavo Silvestre es el motor del proyecto. Visita la cárcel con bolsas en donde lleva hilos, lana y agujas de personas que donan para que “Porto Firme” siga creciendo. En una de las salas del espacio educativo del establecimiento les enseña a sus alumnos distintas técnicas que ellos copian con gran destreza. Para Silvestre también se trata del rescate de una tradición familiar. En la entrevista que le realizó la AFP, afirma que “era una cosa que ya estaba en mi familia, eso también facilitó. Una memoria, un lazo afectivo con mi pasado, con mi bisabuela que yo no conocía y que dejó trabajos hermosos”.

Moda en la prisión: un proyecto inclusivo que llega a la Fashion Week de San Pablo

Fuente: TDFonline.

Uno de los motores del trabajo social que realiza Silvestre es la búsqueda de una forma de moda sustentable y responsable. Habiendo trabajado cerca de 10 años en la industria, en un momento comenzó a cuestionar su sistema de producción, la contaminación que genera y sus características efímeras. También destaca que uno de los beneficios de este proyecto es que se necesitan escasos materiales para cambiar la realidad de una persona y crear una pieza completamente nueva. Aguja e hilo, paciencia y vencer los prejuicios, nada más y nada menos. Otro de los efectos positivos de “Ponto Firme” es que cada 12 horas cursadas, los internos obtienen a su favor un día de remisión de pena. También libera el estrés, ocupa la mente en una tarea productiva y adquieren un oficio para el ansiado momento de la libertad.

Moda en la prisión: un proyecto inclusivo que llega a la Fashion Week de San Pablo

Fuente: Vice.

La sobrepoblación carcelaria que afecta a gran parte de los penales de América Latina también afecta a Adriano Marrey. Con una capacidad para 1200 personas, actualmente aloja a 2100 reclusos, lo que genera hacinamiento, conflictos y hastío. A pesar de esta realidad, en una región en donde las noticias sobre cárceles generalmente son negativas, los integrantes de “Ponto Firme” se enorgullecen de ser parte del germen de un proyecto creativo y de un grupo de hombres que vencieron las barreras del prejuicio, que desafiaron los estándares de la masculinidad y se insertaron en un universo históricamente femenino y clasista.

Moda en la prisión: un proyecto inclusivo que llega a la Fashion Week de San Pablo

Gustavo Silvestre. Fuente: Claudia.