El aumento de las tarifas se convirtió en el gran protagonista de abril. Sucede que las subas golpearon al bolsillo de la clase media y, alerta y estratégicamente posicionada, la oposición juega una carta clave para incomodar a Cambiemos y golpearlo en el corazón de su política económica. Sin embargo, sufrió un fuerte traspié en su primer intento y no pudo avanzar con la sesión.

La oposición no logró contar con el quórum y chocó rápidamente con el lobby de Cambiemos para evitar que alcancen los número necesarios para sesionar. Con la extraña presencia del diputado Olmedo, Monzó, una vez cumplido el tiempo de espera, decidió ponerle fin al debate especial al que había sido convocado para revisar las subas en las tarifas.

Agustín Rossi, Graciela Camaño y Diego Bossio fueron algunos de los que luego de que se levantara la sesión explotaron en críticas contra los diputados del oficialismo que ni si quiera se presentaron en el recinto.

A pesar de un comienzo dificultoso para la oposición, hubo una foto casi inédita en estos tiempos: massistas, peronistas y kirchneristas coincidieron en el rechazo al ajuste en las tarifas de los servicios de luz, agua y gas.

Como objetivo final, claro, los bloques disidentes en Diputados intentan frenar el camino de Cambiemos hacia un nuevo mandato y boicotear en conjunto el operativo reelección de cara al 2019. 

No es casualidad que todos los espacios que conforman la Cámara Baja terminasen en una agenda común para estos días. Las encuestas, de un sector y del otro, reflejan la preocupación que implica para los ciudadanos nuevas subas en las tarifas. Es decir, el FpV, Unidad Ciudadana y todos los otros partidos están a la caza de votos para juntar fuerzas en un año clave que empezará a delinear los comicios del año próximo.

Estuvieron presentes las tres vertientes del peronismo: el bloque kirchnerista, que preside Agustín Rossi ; el interbloque Argentina Federal, que lidera Pablo Kosiner y que responde a los gobernadores del PJ, y el bloque del Frente Renovador, que comanda Graciela Camaño y obedece a Sergio Massa.

Sin freno en el Gobierno y apoyo a Aranguren

Lejos de bajar la guardia e intentar llegar a un acuerdo, Mauricio Macri reunió ayer a todo su Gabinete para agrupar filas, dejar de lado algunas internas (al menos por un rato) y dar batalla en el Congreso para evitar el costo político que podría generarle la derrota en el recinto.

Además, le hizo un contundente guiño al ministro de Energía, Juan José Aranguren, uno de los artífices convencidos de que la política indicada es ajustar los valores de los servicios. 

Tal como anticipó elCancillerel bloque de Cambiemos no participó de la sesión especial, pero si llamó a una sesión ordinaria para la tarde para discutir otros temas de agenda.

El escenario no es el mejor para el Gobierno: si no prospera el proyecto para frenar las tarifas, igual habrá una exposición que Marcos Peña ni Durán Barba preferían mostrar. Todos los flashes estarán enfocados en la premisa de aumentar las tarifas que tiene el Gobierno para "sincerar” los números en su gestión.