PUBG llega a consolas, pero no es lo que esperábamos

Player Unknown’s Battlegrounds es uno de los fenómenos más importantes de 2017. Es el juego con más jugadores en simultáneo en la historia de Steam (más de 2 millones), uno de los que más streamers eligen en Twitch, uno de los más comentados, que más videos generó a lo largo del año y que está inspirando a un montón de otros juegos a volcarse al género de "Battle Royale”.

Su concepto es ultra sencillo: cien personas entran a una isla, sólo una sale viva. Caemos sin nada, empezamos a juntar armas y equipamiento, hay un círculo que se va cerrando y nos fuerza a cada vez estar más cerca de nuestros enemigos. Se puede jugar solo, en duplas o en escuadrones de a cuatro.

Lo orgánico e impredecible de los enfrentamientos, el hecho de que cada partida genere anécdotas distintas y nunca saber bien qué puede pasar, lo volvió un título extremadamente popular. Pero hasta hace poco era exclusivo de PC y el público consolero se estaba quedando afuera de la conversación.

Microsoft está necesitado de exclusividades, de razones para que la gente compre su consola. Mientras que a Sony y Nintendo le llueven juegos exclusivos, Xbox está flaqueando considerablemente en ese aspecto. Por lo tanto estuvieron extremadamente astutos en abrochar un acuerdo que le asegura, por el momento, que Player Unknown’s Battlegrounds (PUBG para los amigos) sólo esté disponible en Xbox One en el ámbito de las consolas hogareñas. Por ahora esta jugada le viene resultando bien en cuanto a ventas: en sus primeras 48hs vendieron más de un millón de unidades. Sin embargo el rendimiento del juego no está a la altura del estatus cuasi legendario que tiene Battlegrounds en computadoras.

PUBG en Xbox One no se siente como una versión pensada para consolas; y ese es uno de sus principales problemas. Eso se refleja sobre todo en el control. Cada botón prácticamente hace dos cosas: una si lo apretás y otra si lo sostenés o lo combinas con otro botón. Es un esquema de control para nada cómodo, poco intuitivo y que produce constantes confusiones y errores.

Pero quizás lo más llamativo de este intento de porteo de PUBG a Xbox One es su flojísimo rendimiento. Está muy por debajo de cómo se veía, funcionaba y respondía la versión inicial de Battlegrounds en PC (versión que ya abandonó su estado de "Early Access”). Las texturas prácticamente no existen, están super lavadas y parecen con suerte de un juego de Xbox 360. Los cuadros por segundo en varias ocasiones no llegan a los 30, sobre todo cuando descendemos del avión o estamos en la isla previo a la partida.

A nivel jugabilidad también tengo mis reservas. PUBG propone un nivel de precisión que con un mouse y un teclado sí se puede alcanzar. Hay física en la caída de las balas, hay daño localizado entre otros aspectos. Pero lograr replicar eso con un joystick es difícil. Por momentos vamos a tener algunos enfrentamientos incómodos donde ninguna de las dos personas sabe apuntar muy bien y realmente las imágenes que se terminan sucediendo no son dignas de esports. Aclaro que no siento que controlar a nuestro personaje sea difícil o se siente mal; más allá de la rara distribución de botones, el juego se controla de manera adecuada y cada vez nos vamos sintiendo más capaces.

En cuanto al resto, sigue siendo Battlegrounds; se continúan dando situaciones por momentos ridículas, otras de mucha acción y sigo teniendo esa tensión enorme cuando llego al top ten. Por suerte tiene algunos elementos que ya el servidor de testeo de PC tiene, como el "vaulting” es decir, poder pasar por arriba de cercas, cajas o meterse por la ventana (algo que, aunque no lo crean, no estaba presente de entrada). También tiene la interfaz nueva, la cual lo hace parecer un producto mucho más prolijo que antes. La versión de Xbox One está en una especie de acceso anticipado llamado Game Preview y todavía no se sabe exactamente cuándo va a salir de ese estado, pero nos da la esperanza de que con el tiempo vaya mejorando su rendimiento.

Incluso con esa salvedad, este porteo no es aquello que el público de consolas se merece. Tampoco es una versión que le haga justicia a uno de los juegos más trascendentales de 2017. Se siente más como el deseo, la necesidad urgente de Microsoft de tener una exclusividad de peso a nivel consolas para las fiestas y cerca del lanzamiento de Xbox One X, que una movida lógica, planifica y bien realizada de parte de BlueHole, el estudio a cargo de Battlegrounds.

Por lo tanto no desesperen, no corran a comprarlo. Pero si estaban desesperados por subirse al tren de PUBG, no se quieren quedar afuera de la conversación y no tienen una PC, sepan que la versión de Xbox One está en un estado bastante primitivo y rústico. Yo que ustedes, esperaría un poco más.