Bajo el lema "Paz, pan y trabajo", Hugo Moyano, intendentes kirchneristas, líderes sindicalistas y la Iglesia se reunieron hoy en una masiva misa en la Basílica de Luján en contra del Gobierno.

Asediado judicialmente, al igual que su hijo Pablo que está acusado de liderar una asociación ilícita a través de Independiente, el secretario general de Camioneros renovó su amor con el kirchnerismo y convocó a la iglesia católica del Papa Francisco para reforzar su poder.

Moyano, Solá, Magario y la Iglesia: cierran filas intendentes y sindicalistas en una misa opositora

La congregación en Luján contó con la presencia de integrantes del Frente Sindical para el Modelo Nacional, como Sergio Palazzo, Ricardo Pignanelli, Roberto Baradel y Walter Correa, y referentes del PJ bonaerense como Fernando Espinoza, Daniel Scioli, Verónica Magario, Felipe Solá, Wado De Pedro, Gustavo Menéndez, Daniel Arroyo, Alberto Descalzo y Leonardo Nardini.

En medio de una dura situación social que evapora la imagen de Cambiemos, Hugo Moyano realizó una demostración de fuerza aunque sin pronunciar una sola palabra: el único "orador" fue el arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, quien también cargó contra el Gobierno.

Moyano, Solá, Magario y la Iglesia: cierran filas intendentes y sindicalistas en una misa opositora

Rechazando el acuerdo con el FMI, Radrizzani aseguró que "nuestro pueblo debe ser artífice de su propio destino y no quiere tutelajes, ni injerencias donde el más fuerte subordina al más débil. Quiere que su cultura, sus procesos sociales y tradiciones religiosas sean siempre respetadas".

Y citando al Papa Francisco, quien acrecentó su figura opositora al Gobierno y esquiva cualquier tipo de contacto con Macri, el arzobispo le pidió a los argentinos que "no nos dejemos robar el entusiasmo. No nos dejemos robar la esperanza. No nos dejemos robar la alegría permanente. No nos dejemos robar la comunidad".