Lo cierto es que esta obra llega pocos días después de un duro revés que le dio la Justicia brasileña al absolver a Juan Darthés porque en el momento de la violación aún no existía la ley que contemplaba todo tipo de abusos: “Por mucho tiempo no se va a decir de mí ‘qué buena actriz’, se asocia mi cara a una lucha. Dejamos a las personas en lugares estancados. La gente siempre te espera en el lugar que una vez te conoció, pero ese hecho no me define ni tampoco lo que hice después. Jamás en mi vida soñé ser una referente de esto. Yo me capacité porque si no la situación me llevaba puesta. Mis amigas me dicen que si quiero tirar la toalla me van a respetar, pero era la única forma que no me arrase. Estaba en mí el lugar de comprender la situación desde un lugar más político y más colectivo. Lo hicimos comunitario y nos dio mucha fuerza, seguir juntas nos da la fuerza”.

Tuve el fin de semana más duro de los últimos años. Tengo agotamiento físico, mental y emocional. Sueño que mis problemas sean aprenderme la letra, elegir el personaje. Eso me hace feliz. Quiero encontrar un lugar en el que no me sienta en primera línea de batalla. De la batalla no me voy a bajar, pero sí quiero estar en un lugar donde pueda estar hablando de conceptos que conozco en profundidad pero que no haga falta tener que poner el cuerpo. Me gusta poner el cuerpo al servicio de la actuación”, explicó.

Por último, remarcó la importancia de estar acompañada: “En una separación muy fuerte a los 25 años sentí que se me terminaba el mundo, pensé en la soledad, pero después me di cuenta que no. Cumplí los 30 hace poco y me di cuenta que no tengo manera de quedarme sola porque estoy rodeada de gente maravillosa”.