Victoria Villarruel convocó a una sesión en el Senado para el próximo jueves 3 de abril con el fin de definir la suerte de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, designados por decreto como nuevos jueces de la Corte Suprema. El tiempo que resta hasta esa fecha le dará el tiempo necesario al Gobierno para reformular la estrategia y acordar con la oposición, dado que de momento no contaría con los votos suficientes para aprobar los pliegos. 

La medida fue publicada en un decreto de la Presidencia de la Cámara alta, con la firma de la Vicepresidenta de la Nación, ante la solicitud de "diversos senadores". 

Ambos pliegos cuentan con dictámenes de comisión para ser tratados en el recinto de la Cámara alta, donde, para su aprobación, el oficialismo necesita el apoyo de los dos tercios de los presentes en la sesión, que está citada para las 14.

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Cabe recordar que el sector kirchnerista del peronismo en la Cámara alta presionó a la Vicepresidente para resolver las nominaciones de ambos magistrados este jueves, aunque finalmente, y en un gesto de buena voluntad hacia el propio oficialismo, los legisladores recién serán citados dentro de casi 15 días.

El constitucionalista García Mansilla ya logró asumir su cargo en el Máximo Tribunal, e incluso protagonizó la primera polémica al rechazar la licencia que pidió el propio Lijo en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°4, que encabeza.

La Corte le demandó que renunciara para poder asumir como ministro. Si el oficialismo lograra los números en el recinto, la banca no sería hasta fin de año, sino de manera permanente hasta su jubilación, de no haber otro contratiempo.

Mientras tanto, el máximo órgano judicial del país sigue conformado por cuatro jueces. Además de García Mansilla, ofician como ministros Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti