Turquía: Erdogan ganó el balotaje y gobernará hasta 2028
Consiguió el 52,14% de los votos en la segunda vuelta presidencial contra su rival Kemal Kilicdaroglu, quien obtuvo el 47,86%.
El presidente del Consejo Electoral Supremo de Turquía, Ahmet Yener, declaró este domingo al actual presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, como ganador de la segunda vuelta presidencial.
Según los resultados iniciales, Erdogan fue reelegido al obtener el 52,14 por ciento de los votos en la segunda vuelta presidencial contra su rival Kemal Kilicdaroglu, quien obtuvo el 47,86 por ciento de los sufragios, dijo Yener a la prensa.
Agregó que se han escrutinado 196.744 urnas, o sea el 99,43 por ciento del total.
En la primera ronda de los comicios presidenciales del 14 de mayo, Erdogan obtuvo el 49,52 por ciento de los votos, mientras que Kilicdaroglu recibió el 44,88.
Ninguno llegó a más del 50 por ciento necesario para ganar en la primera vuelta, por lo que se llevó a cabo una segunda ronda electoral por primera vez en contienda presidencial.
El candidato del tercer lugar, el político nacionalista Sinan Ogan, con el 5,17 por ciento de los votos, anunció su apoyo a Erdogan en el balotaje, donde solo los dos candidatos más votados pudieron competir.
La Alianza Popular de Erdogan, compuesta por el gobernante Partido Justicia y Desarrollo y el Partido del Movimiento Nacionalista, obtuvo una mayoría de 323 escaños en el Parlamento de 600 escaños en las elecciones parlamentarias, mientras que el bloque opositor de seis partidos, la Alianza de la Nación, recibió 212 puestos.
Esta segunda vuelta contó con una alta participación electoral del 86,98 por ciento, es decir que casi 54 millones de ciudadanos acudieron a las urnas.
Erdogan, que ha estado al frente del país desde que se convirtió en primer ministro en 2003, fungió como primer presidente de Turquía en 2018 tras un referéndum constitucional en 2017 que cambió el sistema parlamentario turco a un sistema presidencial.
Bajo su liderazgo, Turquía ha aumentado su presencia en los asuntos regionales a pesar de las disputas con Estados Unidos y otros aliados occidentales sobre temas como el conflicto de Siria y el acercamiento a Rusia.
La victoria de Erdogan se produjo en medio de problemas económicos actuales del país y la crisis del costo de vida. La lira turca perdió aproximadamente el 80 por ciento de su valor frente al dólar estadounidense en cinco años y la tasa de inflación ronda el 50 por ciento. Erdogan es partidario de una política económica poco ortodoxa de bajar las tasas de interés a pesar de la alta inflación.
La crisis se ve agravada aún más por los devastadores terremotos de principios de febrero en el sur del país, que acabaron con la vida de más de 50.000 personas y dejaron a decenas de miles sin hogar.
En las últimas dos semanas, los dos candidatos se centraron en apelar a los votos nacionalistas en sus campañas. Ambos se comprometieron a centrarse en los problemas relacionados con los refugiados y prometieron acabar con el terrorismo, ya que los resultados del 14 de mayo mostraron un aumento en el apoyo a los partidos nacionalistas.
Erdogan prometía un nuevo "siglo turco" si es reelegido.
También enfatizó su presidencia como un requisito para la armonía entre las instituciones estatales y la estabilidad en el país, ya que su alianza contaba con la mayoría parlamentaria.