Luego de semanas de intensas negociaciones, Israel aceptó un acuerdo con Líbano para dar lugar a un cese al fuego por 60 días que se inició este miércoles, aunque el primer ministro Benjamin Netanyahu advirtió que su ejército tendrá "libertad de acción" para una nueva ofensiva en el caso de que la organización terrorista Hezbollah decida violar la tregua.

"Mantenemos plena libertad de acción militar. Si Hezbollah viola el acuerdo e intenta armarse, atacaremos. Si intenta renovar la infraestructura terrorista cerca de la frontera, atacaremos. Si lanza un cohete, si cava un túnel, si trae un camión con misiles, atacaremos", aseveró el premier israelí en una comparecencia en la televisión, tras una reunión del Gabinete de Seguridad que analizó los términos del acuerdo, impulsado por Estados Unidos.

Según los términos de la tregua, que fue pactada cuatro días después de una ofensiva aérea israelí sobre Beirut, que causó 97 muertos, el cese al fuego entró en vigencia en la madrugada argentina. Establece el desplazamiento del grupo extremista al norte del río Litani y la retirada total de las tropas del Estado judío de la frontera en dos meses.

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En las últimas horas previas al fin temporario de las hostilidades, el Ejército de Israel confirmó ataques a Sidón, Tiro y Beqaa -además del mencionado a Beirut-, por lo que este martes las sirenas volvieron a sonar en el norte de Israel, ante el lanzamiento de proyectiles de Hezbollah.

De acuerdo a lo consignado por la agencia española EFE, el acuerdo entre Israel y el Líbano incluye tres etapas. La primera sería una tregua con el posterior repliegue de las fuerzas del grupo chií libanés al norte del citado río. 

La segunda incluiría la retirada israelíe del sur de Líbano en el plazo de 60 días, y la tercera estaría centrada en negociaciones entre ambos países para una demarcación definitiva de la frontera.

El ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, tildó de "error histórico" la decisión del Gabinete de Seguridad de aceptar el acuerdo, mientras que el exministro de Defensa, Yoav Gallant -despedido por Netanyahu hace menos de un mes-, enalteció su accionar, que derivó en la "destrucción de más del 80% de la capacidad de cohetes y misiles" de Hezbollah.

De todas formas, Netanyahu advirtió que las tropas entrarán otra vez a Líbano "si es necesario", específicamente en el caso de que no se den las garantías de seguridad para que los residentes evacuados puedan volver a sus hogares. 

A su vez indicó que ese es "el momento" adecuado para un alto el fuego en Líbano por tres razones: centrarse en la amenaza iraní, la renovación completa de las fuerzas y aislar a Hamas.