El Ministerio de Defensa ruso reconoció que las "bajas" en la ciudad ucraniana de Makiivka son mayores a las informadas. Culpó por ello al uso no permitido de teléfonos móviles por parte de sus soldados.   

Moscú había dicho anteriormente que 63 soldados rusos murieron en el ataque del fin de semana, pero el número en realidad fue de 89. La reacción del Ministerio se produjo en medio del creciente enfado de algunos comentaristas rusos, cada vez más críticos con la campaña en Ucrania.   

No obstante, en las redes sociales las críticas se enfocaron en los mandos militares y no en la figura del presidente ruso Vladimir Putin quien, dicho sea de paso, no ha hecho comentarios públicos sobre el ataque.   

Todo arrancó, según el Ministerio de Defensa ruso, cuando cuatro misiles ucranianos alcanzaron un cuartel temporal en una escuela de formación profesional en Makiivka, ciudad gemela de la capital regional de Donetsk, situada al este de Ucrania.   

Aunque se puso en marcha una investigación oficial, según esa cartera el principal motivo del ataque habría sido el uso masivo no permitido de teléfonos móviles por parte de los militares, reunidos en la víspera de Año Nuevo.   

"Este factor permitió al enemigo rastrear y determinar las coordenadas de la ubicación de los soldados para lanzar un ataque con misiles", señaló el Ministerio de Defensa en un comunicado emitido poco después de la 1 de la madrugada (22 GMT del martes) del miércoles.   

Semyon Pegov, célebre corresponsal de guerra ruso galardonado con la Orden del Valor por Putin a finales de 2022, cuestionó el razonamiento del ministerio.   

El experto dijo que Ucrania podría haber sido capaz de localizar a las tropas a través de drones e informes de inteligencia, no necesariamente a través de teléfonos móviles.   

"La historia de los ´móviles´ no es muy convincente", dijo Pegov. "Rara vez digo esto - pero este es el caso en el que probablemente sería mejor permanecer en silencio, al menos hasta el final de la investigación. Como tal, parece un intento descarado de proyectar la culpa".