Durante la 63° Cumbre de Jefes de Estados del Mercosur, celebrada en Río de Janeiro, los presidentes manifestaron este jueves que continuarán las demoradas negociaciones para un Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (UE) y también recibieron a Bolivia como miembro pleno del bloque, integrado además por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.

En un comunicado divulgado al cierre del encuentro, la Cancillería brasileña señaló que “el Mercosur y la UE están involucrados en discusiones constructivas con miras a concluir los asuntos pendientes en el Acuerdo de Asociación”.

"En los pasados meses han tenido lugar avances considerables. Las negociaciones continúan con la ambición de concluir el proceso y alcanzar un acuerdo que sea mutuamente beneficioso para ambas regiones y que responda a las demandas y aspiraciones de sus respectivas sociedades", añadió el texto al aludir a un convenio de comercio bilateral alcanzado en un principio en 2019, tras 20 años de negociaciones.

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En marzo, la Unión Europea presentó un instrumento adicional al Mercosur en el que había incorporado una serie de exigencias ambientales suplementarias, que podrían perjudicar la exportación de determinados productos de la región, por lo que se encontró con la resistencia de algunos países.

En consecuencia, el acuerdo no fue ratificado debido a las preocupaciones del bloque europeo sobre las políticas ambientales, especialmente de Brasil, durante la Presidencia de Jair Bolsonaro.

En línea, el jefe de Estado brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que había considerado una "amenaza" los nuevos requisitos ambientales de los europeos, advirtió en su discurso de este jueves que la UE "nos trataba como inferiores, como país colonizado".

Debo reconocer el gran trabajo de Lula, pero hay dos bloques, el Mercosur y la UE. El presidente francés, Emmanuel Macron, puso bajo signo de interrogación todo lo que supuestamente se había conseguido”, completó el mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou.

Además, los presidentes suscribieron a un acuerdo comercial con Singapur, el primero de este estilo con un país asiático.

En ese sentido, el presidente boliviano, Luis Arce, indicó que las naciones orientales son una “muy buena opción” para avanzar en desarrollo: “Deberíamos no desechar el abrir inmediatamente las negociaciones como Mercosur con China”.

En su última actividad presidencial fuera del país antes de entregar el mando a Javier Milei el próximo domingo, Alberto Fernández consideró que "en el mundo está naciendo un nuevo debate geopolítico en el que se está poniendo en crisis la hegemonía estadounidense, que empezó claramente con el retiro de las tropas de Afganistán, y que siguió con la guerra de Rusia y Ucrania que involucró a toda Europa, en gran medida, a pesar de Europa".

“Europa además está crujiendo, porque primero se rompió el Brexit, y la guerra de Ucrania y Rusia los ha puesto en una situación realmente incómoda porque no sólo perdieron a su principal proveedor de energía, que era Rusia, sino también a uno de los grandes proveedores de alimentos, como Ucrania”, analizó.

Señaló que a nivel global "ya no hay más una guerra ideológica y lo que se avecina es una enorme guerra comercial con dos protagonistas: uno que no quiere ceder y se siente más débil, Estados Unidos, y otro que se siente potente, que es China y se presenta como el líder del multilateralismo".