El principal sospechoso por los asesinatos del jefe de la defensa nuclear de Rusia, Igor Kirillov, y de su colaborador Ilya Polikarpov fue detenido en Moscú, según confirmó el Servicio Federal de Seguridad (FSB) del país euroasiático. Ucrania se había adjudicado el ataque con bomba perpetrado el martes pasado.

En la víspera, un estallido provocó el fallecimiento de ambos militares cuando se activó a distancia un explosivo colocado en un monopatín eléctrico que estaba en la puerta del edificio donde se encontraban. 

"Un ciudadano de Uzbekistán nacido en 1995 fue detenido por sospechas de haber cometido el ataque que cobró la vida del comandante de las fuerzas radiológicas, químicas y biológicas de defensa rusas, Igor Kirillov, y su asistente, Ilya Polikarpov", reza el comunicado que difundió el organismo de seguridad del Kremlin

A su vez, manifestaron que el detenido, de 29 años, además, de ser el autor material de la colocación de la bomba, había alquilado un auto donde montaba vigilancia cerca del edificio donde residía el funcionario y que grababa todos sus pasos con una cámara. El presunto homicida habría activado el aparato con un control a distancia

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Incluso, afirman que el momento del crimen fue transmitido en tiempo real para los "organizadores del atentado, a la ciudad de Dnipro", en Ucrania, quienes le habrían ofrecido una recompensa de USD 100.000 y la posibilidad de vivir "en un país europeo".

Justamente, una autoridad de seguridad ucraniana atribuyó el hecho a su país luego de cometido el crimen. La fuente que lo confirmó habló desde el anonimato y describió al jefe ruso como un "criminal de guerra y un objetivo completamente legítimo". Desde Rusia, el vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvedev, prometió una venganza inminente.

El pasado lunes, el país que preside Volodomir Zelenski, había presentado cargos criminales contra Kirillov por el uso de armas químicas prohibidas, en más de 4.800 casos desde el inicio del conflicto bélico. 

La guerra lleva ya más de dos años, luego de que Vladimir Putin anuncie el 24 de febrero de 2022, una operación militar en el este de Ucrania. Según un informe publicado en el Wall Street Journal, en septiembre de este año, la cantidad de muertos ascendía a 600.000 en el lado ruso y a 480.000 en el ucraniano.