Estados Unidos llega al final de una campaña presidencial inédita por la pandemia y por su alto nivel de polarización. La disputa entre Donald Trump y Joe Biden promete quedar en el registro de una de las batallas presidenciales más complejas de la que tenga memoria la democracia norteamericana.

Al comenzar la jornada electoral, la mayor preocupación de los norteamericanos es qué ocurrirá con el resultado en estos comicios tan particulares.

Esta inquietud que atraviesa a gran parte del arco político y de la sociedad de Estados Unidos se debe principalmente a dos factores. Por un lado, producto del impacto de la pandemia del Covid-19 en el país, más de 97 millones de personas emitieron su voto de manera anticipada.

Esta cifra equivale a más del 65% de las personas que asistieron a votar en las últimas elecciones cuatro años atrás.  Los votos por correo suelen tardar más en contabilizarse ya que los diferentes estados tienen diferentes reglas sobre cómo y cuándo hacerlo. La mayoría solo contarán las boletas postales recibidas antes del cierre de las urnas y en algunos casos como California seguirán recibiendo sufragios por correo durante el día de hoy.

A su vez, producto de las disposiciones sanitarias para votar en forma presencial, puede registrarse demoras en los centros de votación que extiendan la jornada.

Las dificultades que pueden presentar el conteo de los votos anticipados ya provocó una gran tensión política ante las insinuaciones de Donald Trump de un posible desconocimiento del resultado.

El jefe de Estado radicalizó su discurso casi al extremo en el tramo final de la campaña ante la baja en las encuestas y presenta dudas genuinas en la sociedad sobre si aceptará la derrota.

En caso de una disputa por el reconocimiento del resultado, el tema seguramente decantaría en los tribunales. El último registro que existe respecto de un caso similar fue la batalla entre George Bush y Al Gore en el año 2000 cuando se disputaron Florida por una diferencia de menos como 0,5% de los votos.

Allí, la Corte Suprema de Estados Unidos le dio la razón a Bush que luego cumplió dos mandatos al frente de la Casa Blanca. Hoy, nuevamente, Florida anticipa que será uno de los estados más reñidos de la contienda. ¿La historia volverá a repetirse con un final en la Justicia?