Las olas de calor fueron protagonistas en el verano europeo, a tal nivel que España registró 2.119 muertes producto del exceso de temperaturas entre julio y agosto, según datos dados a conocer por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). 

Hasta el 23 de agosto último, el sistema de monitorización de la mortalidad diaria del instituto consignó 1.348 fallecimientos, que se sumaron a los 771 ocurridos en el mes anterior. Por género, en tanto, del total de defunciones por el calor extremo, 1.246 se produjeron en mujeres y 873 en hombres.

Teniendo en cuenta el filtro de la edad, las mayores cifras correspondieron a personas con más de 85 años, con un total de 1.417 decesos en los dos meses. En total, 2.053 personas que murieron por el calor, eran mayores de 65. 

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Hasta el momento, en lo que va del verano en el hemisferio norte, España ya registró cuatro olas de calor con temperaturas que superaron los 40° en gran parte del territorio nacional. 

Además, el Ministerio de Sanidad publicó una lista de medidas para prevenir los efectos negativos de la escala de los termómetros a niveles excesivos, sobre todo, en los grupos de riesgo o más vulnerables, ya sean personas mayores, mujeres gestantes y enfermos crónicos, así como en quienes llevan a cabo su trabajo o esfuerzos al aire libre. 

Mientras los expertos advierten a nivel mundial del impacto que está teniendo el cambio climático en la vida cotidiana, las autoridades del país ibérico revelaron que el pasado invierno fue el más cálido en España de la serie histórica que comenzó en 1961, con 1,9° por encima de la media; mientras que el 2023 fue, en general, el segundo año con mayor temperatura media de la serie, solo superado por 2022.