El 2021 presentará muchos desafíos internacionales para el gobierno de Alberto Fernández. En un año en el que todos los países buscarán terminar con la pandemia del coronavirus mediante la aplicación de diferentes vacunas, Argentina también tendrá que definir prioridades en relación a sus sistemas de relaciones y las prioridades de una año que promete estar cargado de tensiones.

En ese marco, el gobierno argentino tiene 5 claves que pueden definir el curso de su política exterior. Antes de enumerar la hoja de ruta del año que comienza hay que partir de la base de que el telón de fondo internacional estar marcado por la disputa hegemónica entre Estados Unidos y China cuya próxima etapa con Joe Biden aún no esta del todo clara.

1- Multilateralismo

Algo que ha caracterizado al gobierno fue su vocación por defender el multilateralismo. Eso, en un contexto de capitalismo o, según el gusto del comensal, nacionalismo de las vacunas, no cambió con la pandemia sino que reforzó la narrativa global con lemas como "nadie se salva solo" o gestualidades del estilo de ofrecer vacunas a Uruguay y Bolivia.

La Casa Rosada confía en que la nueva gestión de Estados Unidos permitirá restaurar cierto grado de entendimiento multilateral luego del paso de Donald Trump y su escepticismo. Al mismo tiempo, la soledad de Bolsonaro en la defensa del proyecto antiglobalista podría permitir dos situaciones: el repliegue de Brasil a una mirada más regionalista que vuelva a priorizar la relación con Argentina y la pertenencia al Mercosur y la preferencia de Washington de construir una relación con Argentina ante las diferencias con Bolsonaro por su política ambiental.

Sobre estos ejes, el gobierno tratará de repetir ante cada conflicto que merezca intervención el mantra de paz y seguridad, derechos humanos, multilateralismo, solución pacifica de controversias y cumplimiento de reglas. Ya saben la respuesta ante los tópicos que aparecen sobre la crisis en Venezuela que, dicho sea de paso, tendrá un nuevo capítulo el 5 de enero cuando se renueven las autoridades de la Asamblea Nacional.

2- Malvinas

A diferencia de la postura light del gobierno de Mauricio Macri, el del Frente de Todos es un gobierno de fuerte perfil malvinero. El Brexit alcanzado entre el Reino Unido y la Unión Europea y el no reconocimiento de Bruselas a las Islas Malvinas como territorio comercial británico es una oportunidad para la búsqueda alianzas que permitan robustecer el reclamo de soberanía.

España, Portugal y Francia pueden ser interlocutores validos para esa tarea que difícilmente pueda cambiar la posición europeo por el momento pero sirve para potenciar lo que en América Latina es una causa de la que todos se apropiaron.

3- Presidencia del Mercosur

Argentina ejercerá al presidencia pro témpore del Mercosur durante los próximos seis meses. Luego de momentos de fuerte turbulencias y tensiones, los cuatro miembros plenos del bloque ratificaron el sentido de pertenencia de una política de estado sudamericana que cumplirá 30 años en marzo.

Alberto Fernández tiene tres misiones. Neutralizar el intento flexibilizador de Brasil, sumar a Bolivia como miembro permanente y lograr el consenso sobre la relación el bloque con el exterior, especialmente, con Estados Unidos, Europa y otros países asiáticos, menos China con quien no se puede firmar un acuerdo por bloque dado que Paraguay no la reconoce como país.

A mediados de este año, el funcionario de Cancillería Jorge Neme, aseguró que Argentina realizará una propuesta para reformar el Arancel Común Eterno pero eso nunca sucedió y ese debate sigue en el mismo barro.

4- La relación estratégica con China

El vínculo con China es vital para Argentina. El segundo socio comercial más importante después de Brasil y una relación que van desde la posibilidad de acceder a las vacunas Sinovac y Sinopharm, la puesta en marcha de una industria para la cría de cerdos que significó una inversión millonaria en infraestructura ferroviaria y la posibilidad de inversiones en otros rubros y liquidez a través de los swap.

En ese sentido, se espera un viaje del presidente a Pekín para el mes de mayo en el que podría firmarse el ingreso a la Nueva Ruta de la Seda que se sumaría a la incorporación al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura.

En un segundo orden aparece la relación con Rusia reforzada por el gesto político de Vladimir Putin de facilitar el acceso de la Sputnik V y con India y África , dos mercados en crecimiento que se tornan cada vez más atractivos en el objetivo de duplicar las exportaciones que permita aliviar el delicado frente externo.

5- FMI

El último pero no menos importante es la negociación con el Fondo Monetario en donde la relación con la gestión Biden es clave. Argentina cree que la posibilidad de convertirse en el articulador de la Casa Blanca en la región y las coincidencias en la agenda global multilateral harán las cosas menos dificultosas que con Trump, pero siempre hay que recordar que estamos hablando de Estados Unidos.

El "año de la recuperación" se dividirá entre la esperanza de la vacuna y necesaria inteligencia con la que el país deberá moverse para lograr resultados en un mundo sin margen para pasos en falso y errores no forzados.